El derecho a los servicios sanitarios: la visión del indio

Como indio, veo  que en la sanidad española se ha confundido el derecho a la salud con el derecho a la utilización de los servicios de salud como bien de consumo. La sanidad española goza de un accesibilidad y una equidad, si no excelente, casi excelente. Cualquier tipo de diagnóstico o tratamiento sofisticados: TC, RM, Spect, diálisis, trasplantes, quimioterapia, radioterapia, tratamientos biológicos, cirugías, prótesis y un largo etcétera, llegan a los pacientes de forma aceptablemente rápida y sin coste directo. Vayan a ver la película Biutiful de Alejandro González Iñárritu y fíjense en el detalle de las pruebas y tratamientos que recibe el protagonista. Pero cada vez más se utiliza la sanidad como bien de consumo. Por eso la frecuentación en la atención primaria española es el doble que de la de cualquier país europeo. O el desarrollo de los servicios de urgencias, cada día más grandes. Entrevisten a cualquier residente de «puerta» de urgencias, comprobarán la percepción de que un tanto por ciento muy elevado de los casos que atienden no son urgentes.  Habría que aclarar qué es urgente. Como ilustración, una anécdota: hace unos días vino a última hora de consulta,  «de urgencias», una paciente que había sido atendida en el hospital de «urgencias», el «motivo de consulta urgente hospitalario» era un problema banal osteomuscular, el «motivo de consulta urgente conmigo» era la solicitud de dispensación de la receta: el famoso «cheque descuento». Le comenté que «no era un motivo urgente», a lo que me respondió: «para usted no, para mi sí».

Soy un ferviente defensor de la sanidad pública y del derecho de los pacientes a una sanidad de calidad, pero su utilización como un bien de consumo termina perjudicando los derechos de los que más lo necesitan por sobreutilización de los más sanos. Yo soy clínico, intento hacer la mejor medicina posible, pero otros deben ayudarme a conseguirlo. Algo hay que cambiar: hay un agujero económico de once mil millones de euros, la satisfacción de los profesionales es muy baja y empeora, de año en año, la valoración global del sistema.  Los responsables políticos, en lugar de tirarse los trastos a la cabeza, podrían sentarse a pergeñar alguna estrategia a 20 años para que esto pueda mejorar, porque margen de mejora…»haberlo,  haylo».

José Antonio González-Posada Delgado, médico de familia

4 Responses to El derecho a los servicios sanitarios: la visión del indio

  1. Juspi Pemeches dice:

    Termnina perjudicando como muy bien dices y da pie a que se propongan cosas como: “no es necesario cambiar el modelo sanitario, sino promocionar el sector privado”.
    Ver: http://pemechesjuspi.blogspot.com/2010/12/tenemos-que-conservar-el-sistema_14.html

  2. Fidel Codex dice:

    Ver:
    http://pemechesjuspi.blogspot.com/2010/12/atencion-primaria-reddite-medicum-quae.html
    Si queremos que el paciente realmente sea la piedra angular del sistema sanitario hay que hacer lo que dice el título de este artículo: devolver al médico el protagonismo del acto médico

  3. andr dice:

    Buena parte de las personas que acuden a Urgencias podrían ser atendidas en sus PAC correspondientes, sin llenar las urgencias con cosas de baja gravedad.

  4. paloma dice:

    No solo como bien de consumo, también como generador de votos que no se que es peor.
    En nuestro centro, como ya nos habían contestado muchas veces como a ti, damos una hoja escrita en la que, entre otras cosas (p.ej que no se harán trámites burocráticos como las recetas), se indica (o advierte)que está solicitando ser atendido por una urgencia médica, y por tanto el único que la puede valorar es el médico… no es exactamente así, no recuerdo las palabras exactas,pero es el mensaje que damos
    Un saludo

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