Retomamos este blog que había quedado algo oxidado, para dar publicidad a un artículo publicado por nuestra colega Reyes Hernández Guillén (Pediatra de Atención Primaria (AP), Delegada Junta Personal DAO, AMYTS), que nos habla de SALUD LABORAL. ¿Debemos denunciar las agresiones verbales? – Amyts http://bit.ly/2fQRt2D
Un buen comienzo para reflexionar acerca del maltrato que sufrimos los profesionales, en este caso por personas a las que queremos atender y ayudar, pero, muchas ocasiones, lamentablemente, también por aquellos que tendrían que cuidarnos, como nuestros jefes o jefecillos. A lo mejor, a partir de ahora comenzamos a darnos cuentas de que no podemos seguir dejando que nos maltraten los que más nos deberían cuidar. No digo más… por ahora…
Juan Bravo Acuña
Pediatra
Por supuesto q hay q denunciarlas
Próximamente tendrá lugar en el Colegio de Médicos las I Jornadas de Agresiones.
Tolerancia Cero
Recordad q la denuncia (por acuerdo con la fiscalía) la puede poner el Colegio en vuestro nombre, no tenéis q ir a Comisaría. La Asesoría Juridica está para acompañar y apoyar al medico agredido
Gracias, Asun.
Por tus palabras y por las Jornadas. Le daremos la publicidad que se merecen. Un saludo.
Gracias Juan. Has redondeado el artículo, haciendo hincapié en un aspecto que he tocado sólo de pasada. Pero, tienes razón, tenemos que creernos que no debemos consentir que nos maltraten, ni por los que intentamos cuidar, ni por los que deberían cuidarnos. ¡YA ESTÁ BIEN, DESPERTEMOS DE UNA VEZ!!!
Buenos días Juan,
No se si la salida es denunciar, pero desde luego no las debemos tolerar.
Gracias por abrir el debate, que es muy necesario.
Eladio Candia.
Pues claro hay que denunciar los abusos verbales, ya sea agresión de género o no, hay que respetarnos por igual, la tolerancia y el respeto son los cimientos de una buena relación. Yo veo un blog muy interesante que me brinda muy buena información acerca de la vida en parejas, les dejo el link por si les causa curiosidad: http://vitalfortaleza.com/category/parejas/
El medico no debería de tolerar absolutamente nada. Es un profesional cualificado y formado para ejercer su profesión. Y la administración pública debería esforzarse por defenderle, tanto en atención pública como privada