Que sí, coño

julio 9, 2012

Hoy hemos empezado a usar AP-Madrid… sin grandes quebrantos. He echado de menos, en el módulo de prescripción -hoy, no he tenido que tocar IT ni otros- un botón que desde aquí reclamo. Evita muchos clics innecesarios, ante las permanentes alertas y advertencias.

No me ha quedado un botón bonito. He hecho lo que he podido… yo no programo, paso consulta.

José Luis Quintana, médico de familia

 

Con posterioridad al post Manolo Merino, artista donde los haya, ha hecho uno de muy buena pinta que regalamos.

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La migración

julio 6, 2012

Esta noche, varios millones de datos, que con tanto esfuerzo hemos almacenado, se marchan a un servidor lejano.

Los veremos irse volando, a un lugar donde no podremos saber de ellos.

Les esperamos, nos han dicho que volverán.

Esperemos que así sea, por el bien de nuestros pacientes

José Luis Quintana, médico de familia.


Hemos empezado

junio 15, 2012

Estaba leyendo periódicos y recibiendo «la ración diaria de espanto» (acojona, que algo queda 😉 ) y se me ha ido la cabeza al poema de Machado que dice «Castilla miserable, ayer dominadora, envuelta en sus harapos desprecia cuanto ignora«.

Hemos empezado el proceso de implantación de AP-Madrid. Han venido los informáticos a «revisar los ordenadores». Revisar quiere decir «planchar». Nos han dejado la versión 6 del explorer (Microsoft ha pedido, por favor, que se deje de usar y nosotros haciendo «luz de gas» a Bill Gates) y se han cepillado los otros navegadores. Cuando he preguntado cuando se permitirían versiones más recientes del explorer, se me ha contestado que, se estaban probando y que si todo funcionaba, se permitirían. Lo mismito que hace dos años. Pruebas concienzudas ¡vive Dios! También se han pulido los Dropbox del centro… No pasa nada, volverems a los lápices USB para llevar y traer a casa el trabajo. Los lápices USB no han sido más que fuente de virus… el autorun, por ejemplo, aun sin eliminar del todo. Y lo peor… el centro tiene una web interna que funciona, a la vez, como reglamento de régimen interno y como manual para todos los procesos del centro: desde el circuito de recetas, hasta el registro de mamografías… Ya no la podremos tocar.

Luego hablaremos del nuevo modelo, de la autonomía de gestión y de la madurez de la primaria. Tonterías. No sé por qué no se nos tiene en cuenta. Por qué no se deja opinar (e incluso decidir) lo que nos viene bien. No somos niños. Seguramente somos la empresa española con el nivel formativo más alto entre sus trabajadores, pero no se confía en nuestro criterio.  Corren tiempos mediocres.

José Luis Quintana, médico de familia.

P.D.: Somos muy cabezotas, digo yo que algo conseguiremos 😉 .


El día 2 de Julio… AP-Madrid

junio 11, 2012

Voy a confesar un  cosa que no sé si es para sentirse orgulloso: tenemos buenos resultados en cartera de servicios. Más de una vez, nos han preguntado ¿cómo lo hacéis? La verdad, es que no lo sé bien. Si lo supiera no lo diría, lo vendería 😉 Pero desde luego hay dos factores determinantes:

  • La voluntad, como grupo de personas, de hacer las cosas bien. Hay una dinámica de trabajo a la que no te puedes sustraer, es la de todos y te tienes que sumar. Tenemos mucho cuidado con eso. Todo el mundo puede y debe aportar, pero el fondo de trabajo permanece inalterable.
  • Tenemos nuestro propio «Sistema de Información»… al margen de la empresa. Con mucho esfuerzo y, por qué no decirlo, con la tolerancia de algún jefe inteligente que hemos tenido -haberlos, haylos- aprendimos a «echar mano» a nuestros datos encerrados en OMI-AP. Eso nos ha dado unas infinitas posibilidades de mejora… mejora de la nuestra… de la que nos importa a los que pasamos consulta. Un ejemplo:   queríamos (es largo explicar por qué) poner «bonitos» a nuestros obesos. Le preguntamos a la base de datos y tenemos un IMC calculado en los últimos años a casi el 70% de la población pero no tenemos casi episodios de obesidad creados (a pesar de IMC por encima de 30) y eso nos dificulta su identificación sencilla. Esta mañana, reunidos, le hemos pedido a… no voy a decir su nombre (por si no gusta lo que hacemos 😉 saca, por favor, un listado de personas con el último IMC mayor o igual de 30, sin episodio de obesidad creado y lo separas por consultas de enfermería.  Sé que en el primer rato libre que tenga… uno, va a sacar ese listado. Posteriormente, todos podremos poner bonitos a los obesos. Todo esto, si pedir nada a nadie, sobre la marcha y con la clara intencion de mejorar la salud de nuestros pacientes sobrados de kilos.  Ese me parece el secreto, grupos de personas convencidas y herramientas para la mejora.

El día 2 de julio de 2012, llega AP-Madrid al centro. La base de datos (nuestras historias clínicas) irá  a parar a un servidor central sin acceso para los protagonistas del mismo, salvo para pasar consulta. La mitad de nuestros recursos se habrán perdido… solo nos queda un grupo de gente dispuesta pero «a ciegas»… que no se nos cuente lo de e-SOAP, ni lo de pide información, que en cuanto la tengamos te la damos.

Por eso. cuando oigo hablar de la autonomía de la primaria, me da la risa floja. Ya se, no todos los centros saben hacer esto… habrá que facilitárselo, pero a nosotros, que lo sabemos, no me lo quites. Es la vieja manía de la empresa de enrasar por abajo.

Seguiremos contando el camino que lleva a AP-Madrid.

José Luis Quintana, médico de familia


AP-Madrid. Un programa que puede comprometer la seguridad del paciente

abril 15, 2012

Hace un mes que se implantó en el centro de Atención Primaria donde trabajo el programa de gestión de historias clínicas AP-Madrid. Desde entonces han sido varias las incidencias que hemos sufrido, algunas de ellas sumamente relevantes para la seguridad del paciente. Considero que debe revisarse seriamente este programa y las fórmulas para su implantación.

Soy consciente de que han sido muchos los profesionales que se han quejado del funcionamiento de este programa  desde que se implantó por primera vez en los centros piloto hace 4 años y posteriormente en el resto hasta conseguir una cobertura superior al 70%. Incluso existe un foro en el que se manifiestan continuamente los defectos y las quejas sobre el mismo. También es verdad que no se pueden despreciar las propiedades y particularidades que son positivas. No obstante me permito hacer algunas consideraciones con la esperanza de que puedan servir para mejorarlo y sobre todo para que se puedan evitar los riesgos que creo conlleva para los pacientes por sus defectos y actuales limitaciones.

No trato de analizar en profundidad todos los aspectos del programa. Me  limito a comentar incidencias graves o aquellos aspectos del mismo que pueden afectar a la seguridad del paciente.

Uno de los sucesos más relevante y grave es la pérdida de información referente a pacientes durante el  proceso de implantación. Al trasladar (migrar) los datos del programa previo al actual se pierden datos. He podido constatar esta pérdida de información por tener el caso de pacientes a quienes e impreso la información previa  para enviarla a especialistas o para hacer informes (la que existía en OMI-AP) y tras la implantación de AP-Madrid esta información no aparece. Este hecho además pudo ser confirmado por los técnicos que estuvieron en el centro durante el proceso de implantación.

Ante esto no es de extrañar que en más de una ocasión se tenga la sensación de que “faltan” datos en la historia a tenor de lo que nos comenta el paciente, aunque no tengamos forma de demostrar que sea así. Sin embargo, al confirmar que ocurre con casos puntuales surge la terrible duda sobre lo que “puede no estar y no lo sabemos”. Solo en casos muy concretos nos acordamos muy bien de todo lo realizado a un paciente aunque no conste escrito. Esta situación puede crear una gran incertidumbre y riesgos, especialmente si el paciente dice que toma una medicación que no nos aparece, o si volvemos a realizar una prescripción de algo que ya no toma pero que nos figura como su medicación activa, aunque realmente ya no lo sea.

No puede ser que esta falta de migración y pérdida de datos sea la primera vez que ocurre. ¿Cuánto pasa?. ¿En qué porcentaje?. Alguien debe conocer estas respuestas. Se debería informar en el momento de la implantación, antes de la migración de un programa a otro, que esta pérdida de datos puede ocurrir y qué hacer si se detecta. De la cantidad de información perdida dependerá la validez y fiabilidad de la información que permanece.

Otro problema grave relacionado fundamentalmente con la prescripción es el que se produce con la fusión automática de historias, lo que ocurre cuando un paciente ha estado en otro centro que ya tenía AP-Madrid. Habitualmente se realiza la fusión de historias de forma voluntaria (lo puede realizar cualquiera con acceso a las historias clínicas, de cualquier centro donde se atienda al paciente y que tenga AP-Madrid, y lo haga con criterio o no) y otras veces ocurre sin que sepamos como se ha producido la fusión. Hay casos en que el paciente se trasladó a nuestro centro hace años y durante este tiempo se le han creado sus correspondientes episodios y prescripciones relacionadas con ellos. Como en el otro centro nadie cerró sus prescripciones crónicas, al fusionarse las historias aparecen todas (las actuales y las antiguas), en ocasiones duplicadas, con el consiguiente desconcierto que crea y el riesgo de prescribir algo que incluso pudo dejar de tomar porque no era eficaz o con consecuencias peores si se retiró porque causaba efectos secundarios. Nadie ha ideado una formula sencilla (como el cambio de color) para que lo que procede de historias previas no se pueda confundir con episodios y tratamientos realmente activos.

A esto añado otro riesgo más. Según se nos informó en las jornadas de implantación “nunca se cuelga”, o casi nunca, pero, ¡qué mala suerte!, en la primera semana ya tuvimos un día completo en el que era imposible disponer de la información porque no funcionaba internet. En este día tuve una reclamación (contra el Sistema) por error de medicación. El paciente acudió a por los antihipertensivos que tomaba. Sabía el producto que tomaba (a medias) y me aseguró que de una dosis determinada. Cuando pude comprobar si estaba bien lo que le había recetado (y porque se me ocurrió tener esa precaución) el paciente tomaba un fármaco con dosis doble de la que yo le había recetado y le faltaba otro principio activo. Actualmente todo el mundo confía en que “todo está en el ordenador” y es difícil que sepan exactamente lo que toman en composición y dosis. Por suerte se lo pude cambiar antes de que se redujera bruscamente el tratamiento de su hipertensión.

Por último un comentario sobre el tiempo que consume el programa. Es un programa que, aunque haya sido testado en centros piloto, no  parece pensado y diseñado, como debería ser, por los usuarios del mismo, es decir los profesionales que lo manejamos día a día para atender a nuestros pacientes. Obliga a pasar por diferentes ventanas, demasiadas, para llegar por ejemplo a crear un episodio o realizar una prescripción, en vez de que algunas de esas ventanas fueran opcionales. Como ejemplo si quiero depurar un tratamiento crónico, como he comentado antes por estar duplicado, no puedo hacerlo en una misma pantalla con todo lo que sobra, he de hacerlo uno a uno con cada medicamento y confirmar hasta 3 veces que quiero retirar cada medicación. Un sistema de información que obligue a que se esté más pendiente de la aplicación que de los problemas de los pacientes es un mal sistema de información y si consume el tiempo que debo dedicar a los pacientes, y ya no hay mucho, se convierte en un problema muy grave. Un sistema de información es eficiente cuando facilita la utilización racional de los recursos con disminución del tiempo dedicado a las labores burocráticas, incluido el propio registro, y aumenta el tiempo dedicado al paciente. Puede ser que haya sido pensado para tener 30 pacientes en consulta al día, pero no, como es mi caso, para atender muchos días a más de 50. Simplemente resulta imposible.

Antes de poner en marcha un sistema de información han de valorarse varios aspectos. En primer lugar si es factible y pertinente, es decir, la posibilidad fundamentalmente económica de disponer del mismo. En este caso así ha sido considerado a pesar de la crisis económica. Ha de ser fiable y válido, tanto en la carga de la información como en la transmisión y la explotación de los datos. En este caso pueden surgirnos muchas dudas sobre dicha fiabilidad y validez. La capacidad para adaptarse a la realidad asistencial y los diferentes modelos organizativos debe estar previamente contrastada, y supongo que así se ha realizado, aunque con nuestra carga asistencial parece que no se había contado. Debe tener la capacidad de ser monitorizado, evaluado y de incorporar las modificaciones que se estimen necesarias en el transcurso de su desarrollo. Debe admitir la conversión de los sistemas de información previos, sean informáticos o no. Y fundamentalmente deben orientarse al servicio y mejora de la organización verificando previamente la aceptabilidad de los profesionales que son quienes los van a utilizar, por lo que conviene que se tengan muy en cuenta sus opiniones y se logren consensos orientados hacia la mejora continua del programa.

Joaquín Morera Montes

Médico de Familia

 

Nota:

He realizado estos comentarios esperando que pueda servir  para algo mi experiencia en sistemas de información y registro. He tenido la suerte de haber participado en el diseño de la Historia Clínica de la Comunidad de Madrid (vigente desde 1989 hasta las implantación de aplicaciones informáticas), de haber  formado parte del grupo de trabajo que elaboró el diseño de OMI para Stacs (el anterior programa informático hasta la implantación de AP-Madrid) y de haber sido docente durante muchos años en sistemas de información para el Diplomado de Dirección y Gestión de Equipos de Atención Primaria organizados por el Centro Universitario de Salud Pública y para diversos Diplomados de Sanidad y Másters de Gestión organizados por la Agencia Laín Entralgo.

Tras el proceso de implantación envié un informe analizando las limitaciones y los defectos que existían a mi modesto entender en el programa ofertando posibles soluciones. La única respuesta que he recibido hasta la fecha es que se ha enviado a la Unidad correspondiente para su conocimiento.


Una completa decepción

septiembre 29, 2011

Ya hemos hablado en varias ocasiones de AP-Madrid. Desconozco la fecha exacta del arranque del proyecto. Era, no la pasada legislatura, la anterior, cuando se puso en marcha y desde entonces casi no le ha sucedido nada bueno.

Se pensó en una base datos única, a imitación del resto de las comunidades autónomas. Ya no es tiempo de discutir esto, pero es probable que sea el origen de todos los problemas. En mi opinión, con buen criterio, el proyecto perseguía adaptar OMI-AP, que había ofrecido una prestaciones bastante razonables, a la base de datos centralizada y un nuevo lenguaje de programación. Han pasado un buen puñado de años, se ha debido invertir mucho dinero y tenemos:

– Medio Madrid trabaja con OMI-AP. La implantación de AP-Madrid es un dolor y se avanza a paso de tortuga.

– Como hemos comentado en entradas anteriores los profesionales se han quedado sin poder acceder a la información por ellos mismos generada. OMI tenía dos módulos de extracción de datos (OMI-EST y OMI-AD) que no eran para tirar cohetes, pero permitían que un profesional obtuviese en poco tiempo y él solo una lista de inmovilizados en domicilio o de diebéticos. Ahora, hay un procedimiento para esto que lo vuelve lento y farragoso, y muchas veces imposible.

Los sistemas de información han quedado ciegos. No se sabe lo que pasa en los centros con AP-Madrid. No se puede medir la cartera de servicios en esos centros. Yo me imagino que si en Coca-Cola tienen un nuevo sistema informático que no permite saber ni a quién, ni cómo, ni cuánta Coca -Cola se vende, se organiza una tragedia.

La receta electrónica se vinculó a AP-Madrid. Tenía cierta lógica pero visto los resultados parece un desastre. A día de hoy, la receta electrónica es un pilotaje que en el mejor de los casos se convertirá en realidad para los centros con AP-Madrid y a medio plazo. Dicen los que la usan (en otras comunidades autónomas) que no es la panacea, pero resuelve muchas cosas de las consultas de primaria. En esto, claramente vamos en el furgón de cola de las comunidades autónomas.

Si uno pregunta por todo esto le dicen que está a punto de solucionarse… como hace años.
Digno de los Fiasco Awards.

José Luis Quintana, médico de familia.


Privacidad e historia clínica

septiembre 19, 2011

La historia clínica de atención primaria es compleja. Yo creo que se equivoca quien piense que «conoce a sus pacientes». Conocemos una parte de su vida, unos dejan ver mucho y otros poco  o casi nada. Eso es lo que sabemos de ellos. Lo cierto y verdad, es que quedan registradas las patologías, los factores de riesgo y otra miscelánea de difícil catalogación: hábitos sexuales, estilos de vida, cuestiones laborales…

Vivimos los tiempos de la electrónica, la informática y la información. A la historia del paciente no sólo accede su médico o su enfermero. La historia se ha vuelto accesible para la mayor parte de los sanitarios de la empresa. En las bases de datos centralizadas (en nuestro caso AP-Madrid) por filosofía de uso y en las que no lo son (OMI-AP) la puesta en marcha de «visores» (Horus) lo permiten.

Hace unos días atendí a un paciente que protestaba porque en el informe para ser tratado por el fisioterapéuta aparecían datos personales de ninguna utilidad para el mismo, concretamente sobre el consumo de alcohol, que además, él aseguraba que estaba sobrestimado.

La lógica de las historias clínicas por cómo y cuando se gestaron es que cualquiera que mire la historia viera todo y por lo tanto todos los registros queden visibles. Es cierto que se pueden ocultar, pero hay que recordarlo cada vez y con frecuencia se nos olvida. Además el sitema de ocultación es poco claro y con un funcionamiento mejorable. Si a los pacientes se les pregunta que si tienen inconveniente en que todos los que accedana su historia vean sus diagnósticos y tratamientos seguramente contestarán que no pero seguramente con poca reflexión. El número de situaciones conflicitivas no es pequeño: menor que toma anticonceptivos sin consentimiento de sus padres, antecedentes de interrupcion voluntaria del embarazo, contracepción postcoital, disfunción eréctil, violencia en la pareja, problemas laborales, problemas con la justicia, homosexualidad, etc. Eso pensando 5 minutos, segurísimo que hay infinitas más…

Sinceramente no tengo claro cómo se debe manejar esto porque todo tendrá efectos secundarios, pero creo que es el momento de pensar en invertir la lógica del sistema… todo lo que se escribe pertenece a la privacidad del paciente y por lo tanto es invisible y es el paciente el que debe regular el nivel de visibilidad de las cosas.

José Luis Quintana, médico de familia.


Solicitud de información: a propósito de un caso

julio 20, 2011

El pasado 29 de abril, con el título Pídeme lo que quieras, se trataba en este mismo blog el tema del “Procedimiento de solicitud de explotación de información sanitaria”, a raíz de la implantación del nuevo programa AP-Madrid.
En todo centro de Atención Primaria que se precie y más si se trata de un centro docente, se necesita con cierta frecuencia disponer de información rápida y fiable sobre datos contenidos en las historias clínicas de los pacientes atendidos. En ocasiones, para evaluar actividades realizadas, en otras, como punto de partida para la puesta en marcha de proyectos o simplemente como trabajo de investigación (imprescindible en el programa de formación de residentes y en el de acreditación para la docencia de los tutores).
Toda esta explotación, que antes se realizaba con mayor o menor fortuna en el propio centro y por los propios profesionales interesados (ya sabéis: búsquedas rápidas mediante OMI-EST, en ocasiones simplemente de tanteo), ahora debe seguir un complejo sistema de notificaciones y autorizaciones, tal y como se indica en el diagrama adjunto.


Pues hete aquí que todo ese conjunto de flujos y flechas que, a priori, parecía lento y farragoso, en la práctica LO ES:
En nuestro centro, acreditado para docencia postgrado de residentes de Medicina Familiar y Comunitaria y enfermería y “beneficiado” con el programa AP-Madrid desde marzo de este año, tenemos cierta tradición en realizar estudios de evaluación sobre nuestra actividad, con el objeto de detectar posibles déficits y plantear acciones de mejora. Pues nada, este año habían cambiado las reglas y había que adaptarse, así que nos pusimos a ello. Siguiendo las indicaciones del manual de procedimiento y tras obtener el correspondiente impreso e identificar a la persona que debe autorizar la petición, solicitamos una información concreta y aparentemente sencilla (el listado de pacientes con diagnóstico de diabetes mellitus asignados a nuestro equipo) al responsable pertinente. He de decir que ya nos escamó el hecho de que en el propio documento de solicitud se indique que “se recomienda solicitar la información con un mes de antelación”.
Pues el caso es que, no sé si porque es verano y el personal está de vacaciones o porque el sistema no está engrasado, llevamos casi mes y medio esperando la información solicitada, con algún mensaje electrónico de recordatorio de por medio. No sabemos cuanto falta para recibir la información, pero ya sólo nos queda rezar para que cuando nos la envíen, ésta sea correcta y se ajuste a lo que necesitamos, porque como haya que empezar de nuevo con el ciclo propuesto mucho me temo que nuestros residentes terminarán sus trabajos de investigación cuando consigan el grado IV de carrera profesional 😉

Raúl Sánchez González
EAP San Blas
Parla. Madrid


Pídeme lo que quieras

abril 29, 2011

En nuestra comunidad autónoma, hemos asistido a un proceso de centralización que, en opinión de muchos, entre los que me encuentro, va a perjudicar muchos aspectos de la atención primaria.

Seguramente, la principal justificación de la existencia de historia clínica electrónica en atención primaria no está no en en la eliminación del papel, ni en automatización de tareas odiosas (también se puede resolver con inetligencia, lo que ocurre es que escasea),  si no en la explotación de los mismos, en la extracción de datos.

Poder saber, con nombre y apellidos, los cardiópatas isquémicos que tiene el colesterol mal ajustado, o los pacientes que toman diazepam, realmente es la mayor justificación de la historia clínica electrónica. La flexibilidad, rapidez e inmediatez de la extracción de información de una base de datos informática no resiste comparación. OMI-AP es un sistema en el que la base de datos está en un servidor en el centro. En algunos centros, hemos conseguido extraer datos directamente de nuestro servidor y en otros, a través de los informáticos de las antiguas áreas, se había alcanzado un cierto nivel de explotación de datos que servía para las mediciones de los» jefes» y, cuando era bien orientado, para mejorar la atención de los pacientes.

La nueva concepción de la estructura de primaria y la implantación de AP-Madrid, han llevado los datos a un servidor central. A la base da datos resultante no debe haber quien le eche mano, porque de momento su única via de explotación, que es e-SOAP, no es capaz ni de identificar pacientes, ni de permitir que «cualquiera» consulte sus datos (el acceso de profesionales es muy restringido).

Total, que como los datos cada vez se alejan más del asistencial pues… se habilita un formulario para solicitar los mismos

Desde luego, es mejor tener información rellenando un formulario que de ninguna manera pero:

  • No es posible mejorar sin disponer información para la mejora. El sistema de información es el corazón de nuestro sistema.
  • Desconozco la utilidad de una base de datos con TODOS los datos pero… acepto pulpo como animal de compañía… nuestros gestores la necesitan. Pues nada… que la hagan.
  • Una vez hecha, es IMPRESCINDIBLE que se trocee esa basa de datos. A cada dirección asistencial se le han de facilitar sus datos, al menos agregados por centros. Es su única forma de poder comparar unos centros con otros y, a través del análisis de caraterísticas y diferencias, hacerles mejorar.
  • Tambien es IMPRESCINDIBLE que se dé a los cetros de salud su trozo de la  base de datos. A cada centro se la ha de dar desagraegado por CIAS y con posibilidad de identificar pacientes. Es su única forma de poder comparar unos compañeros con otros y a través del analisis de caraterísticas y diferencias mejorar. Sólo llegando a cada historia clínica se puede mejorar. No vale que te digan que el 20% de tus pacientes tienen mal control si luego no sé quienes son. En el fondo, hablamos de los tres niveles de la gestión: macro, meso y microgestión. Para nuestra microgestión nos es imprescindible el acceso directo a los datos y a nivel pacientes.

Da igual que a eso se le llame investigación, que ciclo de calidad, que lo que sea… es la única forma de progresar.
Si yo no sé explotarlos o interpretarlos, enséñame a hacerlo, pero hay gente que sabe hacerlo y muy bien.
No me digas «pídeme lo que quieras». Mejor dame lo que me corresponde y si necesito ayuda te la pido… No me trates como a los niños.. Nos tienen que dar nuestra parte de la base de datos, si es con un sistema de explotación flexible y sencillo perfecto y si no, que nos la den y nos ofrezcan ayuda. Sin eso no podemos crecer ni mejorar.

Y dicho sea de paso, todos los diagramas de flujos de trabajo de la Consejería tienen una sobredosis de flechas y dibujitos. Tal vez se trate de un empacho de Microsoft Visio.

José Luis Quintana, médico de familia.


Cita concertada: EL CONZETO

octubre 25, 2010

A propósito de la nueva agenda de kalidad, seguimos con el coleccionable sobre el sistema de citaciones que tenemos en primaria en Madrid, tanto en la aplicación OMI-AP, como en la centralizada AP Madrid, también conocida como “OMI-AP Web Edition” (¡chúpate esa!). Hoy toca hablar del tipo de cita por la forma en que se obtiene la citación, y que se concreta en 2:

CITA A DEMANDA.- Es aquella en la que el paciente solicita la citación motu proprio para ser atendido en el centro, empleando cualquier método de citación disponible:

  1. Por medios automatizados (cita voz o cita web)
  2. A través de call center
  3. Directamente hablando por teléfono con la unidad administrativa del centro
  4. Pidiendo en persona la cita en el mostrador del centro de salud

Se incluyen en este apartado las citas inducidas previamente del tipo de: “llame dentro de 10 días y cítese para recoger los resultados de las pruebas”.

CITA CONCERTADA.- El paciente, tras ser atendido en el centro de salud, sale citado para otro día por indicación del personal sanitario, de forma que este modula cuándo e incluso a qué hora. El procedimiento de citación concertada puede ser realizado tanto por personal sanitario como administrativo.

En la cita a demanda el paciente elige y “nos (la) organiza”, en la concertada nosotros somos los organizadores.

Pues bien, OMI registra como una cita como demanda o como concertada según donde se encuentre el punto en el campo “Tipo Consulta” en la pantalla de visualización de la cita elegida, y punto-pelota, Y POR LO TANTO ES INDEPENDIENTE DEL COLOR INICIAL (SITUACIÓN) Y DE LA DENOMINACIÓN (ACTO) DE LA HORA DE CITA ELEGIDA en la agenda.

Para facilitar las cosas, este punto se encontrará, por defecto, en la opción  “Conc.–Prog.” si el usuario de OMI en ese momento es sanitario, y en “Demanda” si es administrativo, pudiéndose cambiar manualmente en ese momento, si fuera conveniente.

Finalmente, se traduce también en una indicación para el profesional sanitario en la pantalla de pacientes pendientes de entrar en la consulta, en forma cuadradito verde, con letra C incluida, en el caso de las citas concertadas, y de cuadradito rojo, con E incluida (y es que antes se le llamaba espontánea), en las citas a demanda.

Este ingenioso sistema que nos indica el tipo de cita (cómo se cogió la cita), libera al atributo “acto” o denominación de la cita para contener otro tipo de información, por ejemplo, si hay que llamar por teléfono (TEL), si la cita es conjunta con otro profesional (CONJ), si viene para conocer el resultado de pruebas (RES), etc. Pero, por defecto, todo es “V”: visitas sin más.

De nuevo, parece que en las alturas no tienen todo esto muy claro, pues desde que se implantó la cita en remoto con la nueva agenda, todas las citas conseguidas a través del sistema automático de voz, Internet o por medio del call center (CAP) se muestran como CITAS CONCERTADAS en la pantalla de citados del día:

Que conste que ya están advertidos… solo falta que además lo entiendan.

Manolo Merino Moína. Pediatra de cabecera