La cosmética de Atención Primaria en Madrid. (Pero aunque quieran vestir la mona de seda, mona se queda).

febrero 2, 2022

Foto1. Tu médico (si, el tuyo, que no es posesivo, es símbolo de pertenencia, de cuidados a largo plazo, de confianza) no tiene cita hasta dentro de una semana. Tranquilo, la gerencia de AP te ofrece agendas de rebosamiento (ahora se llaman de consulta no demorable) y te citamos en el momento en ellas. Te atenderá UN médico (el que sea)  en el tiempo que sea junto a todos los demás pacientes que no pueden esperar la demora de la cita con SU médico. Mientras, tu médico tiene cerrada uno o varios días su propia agenda, aumentando la demora en las citas de sus pacientes. Eso sí, si te pasa algo que necesita seguimiento (el 90% de lo que vemos en Atención Primaria), necesitarás una nueva cita, esta vez sí, con TU médico para que planifique el seguimiento.

Foto2. En tu centro de salud hay plazas vacantes no cubiertas desde hace meses (jubilaciones no cubiertas, bajas laborales sin suplentes). Los pacientes de esos médicos son atendidos cada día por un médico diferente, que muchas veces tienen  criterios diferentes. A veces “nos los quedamos”, sobre todo cuando atendemos pacientes con patologías complejas, o con situaciones vitales que consideramos no deben ser atendidos  cada día por un profesional. Los adoptamos en nuestra consulta, aunque sigan teniendo asignado al otro médico. Esto lo hemos hecho siempre, cuando un compañero estaba de vacaciones unos días, o una baja de corta duración, y cuando se incorporaba el compañero comentábamos  el paciente, y ya le seguía su médico (o  el suplente en el caso de que se cubriera con suplente la baja del compañero si ésta se alargaba). Pero ahora las vacantes se mantienen durante meses porque  la gerencia de AP es incapaz de encontrar suplentes para estas plazas, ni de implementar mejoras para encontrarlos. Los pacientes de esos cupos no tienen un médico fijo, unas veces son vistos por médicos que doblan su jornada laboral  y trabaja dos turnos (muchas veces desde otro centro de salud), otras veces son vistos por el resto de médicos del centro, a los que se les  fuerzan las citas en su ya saturadas agendas. Es una situación inasumible para los profesionales que se ven obligados a atender a los pacientes de los médicos cuyas plazas no están cubiertas y también para los pacientes que no tienen su referente sanitario de forma habitual. Sus historiales no se soportan en la conversación entre médicos, se soportan sólo en la historia clínica en la que escribimos a toda prisa mientras llamamos al siguiente paciente. Durante meses los pacientes y sus enfermedades orbitan alrededor de los diferentes médicos del centro de salud, sin que realmente nadie se haga cargo de ellos de forma estable. Algunos se cambian de médico y se asignan con alguno de los que parece más estable en el centro, pero no son la mayoría.  Es curioso que algo más de 10 años después de la implantación de la Ley de Libre elección de profesional sanitario en AP y hospitales en Madrid, una parte importante  de los madrileños,   no puedan ser atendidos por el médico al que eligen, ya sea porque no está o porque el suyo está atendiendo a otros pacientes.  Los médicos   de hospital no tienen un médico de referencia del paciente con el que coordinar pacientes graves al alta del hospital, o planificar seguimiento desde las consultas hospitalarias.

Los pacientes se quejan de no poder coger cita cuando llaman o en la aplicación y la web, las asociaciones de vecinos dicen que hay miles de madrileños sin médico asignado. 

Tranquilos, la gerencia tiene la solución: propone repartir los pacientes de los médicos ausentes entre los que quedan en activo en el centro: 400, 500 pacientes más para cada uno de ellos, aunque sumen más de 2500 en total. Pacientes que además son especialmente complejos por llevar meses sin atención continuada, de modo que hay pruebas pedidas sin ser valoradas, derivaciones a hospital que no han sido seguidas, consultas en el centro de salud que no han tenido seguimiento, pacientes encamados o crónicos que se han descompensado pero no han conseguido consultar a tiempo y asumen su empeoramiento como daño colateral de la COVID. Es preciso recordar que los médicos de familia de Madrid tenemos un 20% más pacientes asignados  que la media de las CCAA. Pero además a la Consejería no le importa  saltarse  sus propias normas y leyes: La Ley y decreto delibre elección que fijaba un límite para los cupos de los médicos, que no deberían exceden los 1500 pacientes, pero  fueron ampliados a 1800-2000 por la Gerencia de atención primaria, para ahorrarse nuevas contrataciones. Con la reasignación de estos paciente de las plazas sin médicos,  se superan ampliamente los ya inasumibles límites que ellos mismos habían impuesto en aras de la calidad asistencial. 

Pero ojo, no debemos quejarnos, lo hacen por el bien del paciente y para que ya que los atendemos,  “así cobráis lo que ya venís haciendo desde hace tiempo”.  Se les olvida que cada mes se ahorran miles de euros en las nóminas de las plazas vacantes, o en los suplentes de las bajas por enfermedad no cubiertas. Cada paciente asignado a un médico supone unos 30 céntimos al mes. Repartir 1800 pacientes supone para la Comunidad un pago de 540 € a repartir entre los médicos a los que les reasigna  los pacientes de los médicos ausentes. Mientras que cubrir esa ausencia con un suplente o un interino  supondría un coste de 3000 € al mes.  ¿Dónde va ese dinero? ¿Por qué´ no se puede reinvertir en Atención Primaria?

La sobrecarga de los médicos es inaudita, y su impacto en la salud de los pacientes es inevitable. Mientras tanto,  los gestores están convencidos de que con maquillaje y planes de papel la empresa está solucionada.

Los pacientes no son fichas inertes  que se puedan mover de unas cajas a otras en los sistemas informáticos de los números de Atención Primaria. Cuantas más soluciones cosméticas articulen, mejor cara tendrá la Atención Primaria en sus políticas fotos, mientras sigue pudriéndose, y su  olor, que sufren a diario nuestros pacientes,  no es tan fácil de maquillar.

Concha Herranz, José Mª Molero y Jesús Redondo. Médicos de Familia

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¿Debemos denunciar las agresiones verbales?

noviembre 6, 2016

Imagen de la campaña de Denuncia de las agresiones verbales

Imagen de la campaña de Denuncia de las agresiones verbales

Retomamos este blog que había quedado algo oxidado, para dar publicidad a un artículo publicado por nuestra colega Reyes Hernández Guillén (Pediatra de Atención Primaria (AP), Delegada Junta Personal DAO, AMYTS), que nos habla de SALUD LABORAL. ¿Debemos denunciar las agresiones verbales? – Amyts http://bit.ly/2fQRt2D

Un buen comienzo para reflexionar acerca del maltrato que sufrimos los profesionales, en este caso por personas a las que queremos atender y ayudar, pero, muchas ocasiones, lamentablemente, también por aquellos que tendrían que cuidarnos, como nuestros jefes o jefecillos. A lo mejor, a partir de ahora comenzamos a darnos cuentas de que no podemos seguir dejando que nos maltraten los que más nos deberían cuidar. No digo más… por ahora…

Juan Bravo Acuña
Pediatra


Tacita a tacita

diciembre 11, 2012

El 26 de noviembre, estaba de mínimos. Entró un paciente en mi consulta y me dijo: «perdóneme, sé que están ustedes de huelga y que usted está solo para urgencias, pero no sé que hacer». Su médico le había remitido a la consulta de oftalmología,  se le indicó cirugía.  Había sido derivado al Hospital de Valdemoro (de los hospitales recién construidos en Madrid, que pertenecen a empresas privadas). Había sido visto en Valdemoro y le habían citado para la cirugía. Al paciente le dieron un papelito donde habían escrito: hemograma, bioquímica básica y ECG. La persona que se lo entregó le dijo: «que se lo haga su médico de cabecera, si no nos lo trae el día de la cirugía, no le podremos operar». «Mire, no conduzco y no quiero tener que volver al hospital de Valdemoro otra vez por el análisis». Le dije que entendía que hubiese venido de urgencias (estaba citado a los pocos días para la cirugía) y… le pedí los análisis.

euros

Así se escribe la historia. Cuando el hospital de Getafe opera, hace sus preoperatorios sin dar vueltas a los pacientes, ni cargar de trabajo y gastos a otros. Cuando lo hace un hospital que pertenece a una empresa privada, el preoperatorio, a «lo público». Esta, es una de las explicaciones de cómo luego salen los números que salen y del futuro prometedor al que algunos pretenden dirigirnos.

José Luis Quintana, médico de familia.


Los MF madrileños dan la cara

mayo 26, 2012

Ante los resultados de la votación del día 24 para el ICOMEM, vergüenza debería daros haberos quedado a 60 votos de haceros con el mando y poder dirigir el rumbo del colegio de médicos de nuestra comunidad autónoma.

¡Mira que lo habéis tenido a tiro!

Es lo que pasa cuando seguimos sentados, colegas.

Por cierto, ¿disponéis de una lista de correo para comunicaros los MF de La semFYC de Madrid?

Me temo que no. Eso luego se nota en la falta de fuerza en las acciones de un colectivo muy numeroso (el que más), pero disperso como el vuestro.

Hacéoslo ver.

Manolo Merino Moína. Pediatra de cabecera. CS El Greco


No pienso recetar ni un «condroprotector» más

enero 16, 2012

Acogiéndome a la libertad de prescripción, que parece ser el único argumento no denunciable, no pienso prescribir nunca más un condroprotector. Si queréis saber por qué (es probable que ya lo sepáis) id pinchando los enlaces:

Rafa hace saltar la liebre.

Carlos nos lo explica con detalle.

Los compañeros de Sano y Salvo también.

Hemos leído pone los puntos sobre la íes.

Butlletí Groc también.

Carlos nos vuelve a contar lo que ocurre.

Algún periódico se interesa por el tema.

El asunto se extiende.

Un medicamento que tiene que recurrir a estas cosas como argumento… no se lo doy a mis pacientes.

José Luis Quintana, médico de familia


El día de la marmota

diciembre 5, 2010

[REMITIDO]

Escribo estos renglones para compartir con todos la experiencia «sobrenatural, casi extracorpórea» que estoy teniendo con la libre elección de pediatra. A saber:

El papá o mamá de un niño (llamémosle Pepito), acude al centro de salud para cambiar a su hijo de pediatra, haciendo uso del derecho que le otorga la nueva Ley de Libre Elección en AP, la/el administrativo de turno hace el trámite correspondiente. Como el profesional asignado (llamémosle Yo) supera con creces el cupo umbral establecido en dicho centro de salud para pediatría (en mi centro 1.471), informa al padre/madre de Pepito de que la asignación nueva tiene carácter provisional por ese motivo y que por lo tanto puede ser denegada por escrito en el plazo de 3 meses a partir de la fecha de hoy. Los padres de PEPITO se van satisfechos con la gestión y con la información recibida. El pediatra «Yo» rellena un impreso de «solicitud de denegación de nueva asignación», por superar el cupo umbral, en el plazo de 3 días, que eleva a su Director/a de Centro, que a su vez rellena en el plazo establecido de 3 días y lo eleva a la Dirección Asistencial Noroeste, que a su vez lo eleva al Gerente Adjunto de Área Única de Asistencia Sanitaria de la Gerencia de Atención Primaria del SERMAS. Mientras tanto y durante un periodo indefinido de hasta 3 meses, el nuevo pediatra «Yo», atiende con gentileza y profesionalidad a Pepito y a sus padres, hasta que un buen día, tras pedir cita por cita voz, una máquina les informa de que su pediatra ya no es el nuevo, sino el de antes, ¿será un error?, lo intentan por cita web y… !LO MISMO! Entonces caen en la cuenta de aquello que les dijo amablemente el/la administrativo: «Asignación provisional de 3 meses,…», «… posibilidad de ser denegada…», ¿Cómo puede ser?, no hemos recibido la notificación por escrito en casa… Claro, el correo que funciona muy mal.

Pero no pasa nada, el padre/madre de Pepito acuden de nuevo al centro de salud y sin ningún reparo solicitan de nuevo cambio de pediatra para Pepito con el pediatra «Yo», la/el administrativo de turno hace el trámite correspondiente. Como el profesional asignado (llamémosle Yo) supera con creces el cupo umbral establecido en dicho centro de salud para pediatría (en mi centro 1.471), informa al padre/madre de Pepito de que la asignación nueva tiene carácter provisional por ese motivo y que, por lo tanto, puede ser denegada por escrito en el plazo de 3 meses a partir de la fecha de hoy. Los padres de PEPITO se van satisfechos con la gestión y con la información recibida. El pediatra «yo» rellena (de nuevo) un impreso de «solicitud de denegación de nueva asignación» por superar el cupo umbral, en el plazo de 3 días, que eleva a su Director/a de Centro, que a su vez rellena en el plazo establecido de 3 días y lo eleva a la Dirección Asistencial Noroeste, que a su vez lo eleva al Gerente Adjunto de Área Única de Asistencia Sanitaria de la Gerencia de Atención Primaria del SERMAS. Mientras tanto y durante un periodo indefinido de hasta 3 meses, el nuevo pediatra «Yo», atiende con gentileza y profesionalidad a Pepito y a sus padres, hasta que un buen día, tras pedir cita por cita voz, una máquina les informa de que su pediatra ya no es el nuevo, sino el de antes y entonces volvemos a empezar…. (habréis notado que estos últimos renglones se repiten, y así hasta infinito).

Tal y como lo leéis, no existe, en Tarjeta Sanitaria, ninguna forma de bloquear una solicitud de cambio de médico que acabe de ser denegada, una o varias veces, por el Gerente Adjunto de Asistencia Sanitaria, como tampoco dispone de flashes administrativos (como OMI y AP Madrid), no hay manera de avisar al administrativo que esa solicitud ya ha sido denegada, y aunque así fuera, los padres son más listos aún y mantienen la nueva solicitud, en base a que el cupo actual del profesional puede haberse modificado respecto a la anterior vez que lo solicitaron (hace menos de 3 meses, efectivamente se ha modificado, pero incrementándose aún más). Según reza la notificación que se envía a los padres para informar de la denegación de la asignación: «Contra la presente Resolución, que no agota la vía administrativa, se podrá interponer recurso de alzada en el plazo de un mes a partir del día siguiente al de la notificación de la presente Resolución…», pero deberían completarlo diciendo: «… o asignando de nuevo a su hijo con el profesional que le han denegado…» No sé si «agotará la vía administrativa», pero a mí sí me agota.

Espero no haberos agotado a vosotros. ( Por cierto, ¿no os recuerda a aquella película en la que el protagonista siempre se despierta a la misma hora del mismo día y con la misma música en la radio del despertador, repitiéndose indefinidamente los acontecimientos? 🙂

(Esto que os cuento es verídico o, como se diría en el cine, «Basado en hechos reales»)

Un colega pediatra.


Internet en la consulta: una necesidad

octubre 5, 2010

Aunque parezca mentira, Internet no está disponible en todas las consultas de medicina, pediatría o enfermería.

Lgotipo de la campaña

Cuesta creerlo, pero es así.
Por ello, se ha puesto en marcha una iniciativa para reclamar el acceso abierto a la Red en las consulta médicas de España.

Su cara más visible es el blog Internet en la consultauna necesidad.

La iniciativa nos resulta muy cercana, porque ha partido de los profesionales, sobre todo de atención primaria, y porque sabemos de lo que hablamos, entre otras cosas, porque el promotor es uno de los que escriben a menudo en este mismo blog, pediatra para más señas.

Lo que se pide parece sencillo, pero no lo es tanto, como puede comprobarse en el análisis de la situación actual que puede consultarse en el blog, porque siempre hay alguien dispuesto a poner puertas al campo. El mapa de las restricciones es variado y, aunque algunas comunidades autónomas aparecen entre las que permiten el acceso libre, siempre hay algún cargo intermedio que está dispuesto a dejar su sello y echar el candado por su cuenta, como ocurre en el Área 3 de Madrid 😦

Invitamos a cualquiera que lea esto y quiera saber más o que esté pensando en apoyar la propuesta que visite el blog:
Internet en la consulta: una necesidad; los más beneficiados serán los pacientes.

Atensión Primaria


De prodigios, nada de nada: AP-Madrid es un desastre

junio 9, 2010

Esta es la carta dirigida por los compañeros del equipo de Pavones, en el área 1 de Madrid, tras la implantación de AP-Madrid

Los abajo firmantes, miembros del C. S. Pavones, en el Area 1 de Madrid, quieren hacerle llegar su malestar por el mal funcionamiento del programa AP Madrid que se instaló en este Centro de Salud el 23 de mayo del 2010.

Este Centro de Salud lleva años informatizado con OMI-AP siendo una herramienta fundamental en nuestro trabajo,  de manera que todos los actos clínicos y administrativos se registran informáticamente y pueden ser consultados por cualquier miembro del Centro para poder realizar una atención coordinada  a nuestra población de referencia: cerca de 20 000 pacientes del distrito de Moratalaz. Este programa ha funcionado a la perfección y nos ha permitido,  realizar las tareas con enorme rapidez y sin  fallos.

El nuevo programa instalado NO funciona adecuadamente, es LENTÍSIMO, produciendo demoras continuas en la atención de nuestros pacientes, provocando su enfado y el nuestro.  Por lo demás, como ya intuimos en su día, el programa NO aporta, en lo que a la atención a los pacientes se refiere,  ninguna mejora respecto al anterior.

No se ha incorporado la petición y recepción de analíticas al programa, que nos obliga a salir del mismo,  conectar con el Hospital Gregorio Marañon e introducir, cada vez que cambiamos de paciente, no solo nuestros datos de acceso, sino también los del paciente,  para después volver al AP Madrid y realizar nueva petición de analítica, que nos permita introducir los resultados y dejar constancia en la Historia Clínica del paciente,  si es que aún te queda tiempo.

En resumen: TODOS los procesos son más lentos, con más pasos, con más opciones, más clicks, menos velocidad en cada cambio de pantalla, entorpeciendo la consulta y la atención al usuario.  La gestión de una cita,  la solicitud de una prueba diagnóstica, la utilización de un protocolo clínico, la generación y el registro de una analítica, la prescripción de un tratamiento, el registro de una actividad preventiva, la emisión de una incapacidad  temporal,  se hacen interminables, alargando innecesariamente cada una de las consultas , el tiempo de espera  y produciendo largas colas tanto en las consultas como en el área administrativa.

Esto está afectando a la adecuada atención a los pacientes tanto en los aspectos administrativos como de atención clínica, dado que los profesionales no podemos trabajar en condiciones de calidad mientras que el sistema,  que nos debería ayudar en esta atención,  lo que hace en realidad es entorpecerla  e incluso impedirla.

Sabemos, por otros centros, en los que se ha instalado AP Madrid, que esto no es un problema de los primeros dias,  sino del día a día de los mismos desde hace semanas, y que no está relacionado con el mayor o menor conocimiento del programa,  puesto que es una aplicación visualmente muy similar al anterior.

Por todo ello, además de hacerle llegar nuestro ABSOLUTO RECHAZO por esta situación,  le solicitamos FORMALMENTE, que, dado que se demuestra que el Sistema NO está funcionando de forma adecuada,  se nos vuelva a permitir trabajar en el programa  anterior, el OMI AP, hasta que TODOS los problemas que tiene el actual se resuelvan. En espera de que se adopte esta medida lo antes posible.

En Madrid, a 4 de junio del 2010
EQUIPO C. S. PAVONES

Ahora esto ya es cosa mía:  Consejero, no se crea lo que le cuentan, localice a los responsables y pare esta sinrazón.

José Luis Quintana, médico de familia.


GILIRRECETAS Y GILIRRESPONSABLES

abril 22, 2010
He tenido mi enésimo conflicto por las recetas.
Hace tiempo, una paciente diagnosticada de hipoacusia neurosensorial corregida con audífonos me dijo que quería volver al otorrino. Le pregunté por qué y me dijo que se lo había recomendado la persona que le revisaba el audífono. Le dije que si era tan amable de indicarme el problema sería más fácil la resolución. Acabaron por llamarme de la tienda de los audífonos para decirme que le diera un volante para una revisión porque hacía mucho que no la veían. Le apreté un poco porque el motivo me parecía un poco absurdo, pero ante la insistencia decidí enviarla. En el interconsulta relaté esto y le pedí que indicara si precisaba nuevas revisiones (en mi opinión no las necesitaba sin cambios clínicos).
La paciente volvió con el mismo diagnóstico y con un tratamiento consistente en un año de Tanakene®. El otorrino le había hecho la primera receta y le dije a la paciente que se había confirmado el diagnóstico anterior que su problema permanecía estable y que como mucho se tomara una envase de Tanakene®. La paciente insistió en que era para un año y yo en que era una medicación sin indicaciones conocidas y en que ella no tenía problema nuevo que indicara nuevo tratamiento.
Unos días después vuelve la paciente con una nueva nota del ORL indicándome que precisa Tanakene® a la que contesto que me parece un placebo y que no me parece razonable mantenerlo un año y que no haré las recetas.
Hoy me ha llamado el ORL por teléfono para pedirme una explicación. A estas alturas no me pasa nada por esto pero… es muy incómodo. Yo que es un placebo, él que de dónde lo saco, yo que de la literatura científica… Que ¿cómo me niego a recetar lo que dice un especialista?, yo que sólo firmo lo que creo. Él que daño no le va a hacer, yo que no es ese el mecanismo de la prescripción, que entiendo el uso del placebo pero no así, pues dáselo tres meses, pero si tiene dos papeles tuyos de que se lo dé un año. Él que no lo entendía, yo que lo sentía pero que era mi criterio… En fin, todos los que hemos tenido una conversación de estas saben de que hablo. Te queda muy mal rollo porque:
  1. No conozco al otorrino que seguramente es un excelente profesional que, vaya usted a saber por qué -no todo lo que se hace en la consulta responde a evidencias científicas-, decidió terminar la consulta con extracto de árbol de utilidad desconocida pero de venta en farmacias y con cupón-descuento. Me parece que es su opinión y le asiste el derecho
  2. El problema real es que yo tenga criterio -si le hago las recetas se acaba el problema- el asunto, es que yo creo que me pagan por que lo tenga.
  3. ¿Pero quién puñetas mantiene este perverso sistema? ¿Por qué en el siglo XXI yo tengo que enfrentarme con la paciente y el compañero por semejante cosa?
  4. ¿No parece fácil que el ORL le recete -como demonios quiera esta triste empresa… a mano, a máquina, con electrones o sin ellos- y que yo le de mi opinión y que el ciudadano elija?
  5. Creo firmemente en el papel integrador del médico de familia. Por nuestra posición podemos unificar los tratamientos de los distintos especialistas, pero esta idiotez de sistema en la que tengo que elegir entre firmar lo que no quiero o enfrentarme con un compañero y con el paciente.
  6. ¿En que país del mundo piensan que un paciente atendido en urgencias tiene que ir al médico al día siguiente a que, si está de acuerdo con el tratamiento (mezquindad total sobre la que deberían pronunciarse los comités de deontología), le haga la receta y si no le cambie el tratamiento?
Todos los preocupados por le e-salud, el EFQM y esos palabros tan sobados tienen una oportunidad de oro para la gestión de los problemas reales: no me coloquen entre mi conciencia y el conflicto. Resuélvanlo, pronto.
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José Luis Quintana, médico de familia.
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En Madrid, además, si ahorras en farmacia, los muy lumbreras, te lo quitan del presupuesto del año siguiente. 😦

Otros aspectos (también lacrimógenos) de las recetas

abril 19, 2010
Tomado de AntiBurocracia:
Dice Armando

Gracias a Silvia que se trabajó la búsqueda en el BOCM y a Carlos  que manda datos sobre el número de recetas oficiales (cheques/descuento) que se consumen cada año en España.
1. El precio de cada talonario (100 cheques) en la comunidad de Madrid es de 1,7 €, o sea, cada cheque sale por 1,7 céntimos. Supongo que en las demás CCAA será parecido aunque ¡vaya Vd. a saber! Las de Madrid parece ser que se fabrican en Eslovaquia.
2. Según Carlos se consumen cada año 627.000.000 (seiscientos veintisiete millones) de rojas y 262.000.000 (doscientos sesentaidos millones) verdes, sumando la bonita cifra de 889.000.000. Con algunas blancas oficiales, las azules que se usan y las verdes con la alguna inscripción rara como «campaña sanitaria», «síndrome tóxico», etc. debemos andar en torno a MIL MILLONES de cheques por año, ¡casi ná! Pues 1.000.000.000 x 0,017 € = 1.700.000 euros tirados directamente a la basura cada año en papel.
Súmale tonner de impresoras, electricidad para hacerlas funcionar, etc. y el despilfarro ya es de traca.
Solo con cambiar a la receta multiprescripción se ahorraría un 80% de esos dineros.

Añade Anna:

Bueno, desde la P10 nos habíamos entretenido en cuantificar cuanto ocupaba el papel en DIN A4 por recetas, profesional y año, para ilustrar en nuestras reivindicaciones de qué estábamos hablando. Pues nos salían 9 metros de altura en papeles de recetas (3 pisos); un arbol centenario anual, vaya. A 1 médico de AP cada 2000 habitantes (ya sé que no es exacto), para 40.000.000 (ya sé que españoles hay más pero no todos son adultos), pues toca a unos 20.000 árboles centenarios por año.

No sé si los cálculos son exactos, pero por ahí andará la cosa.

José Luis Quintana, médico de familia