Y un año después… seguimos igual

febrero 11, 2023

Hace algo más de un año escribí una entrada que titulé: Hasta aquí he llegado. Exponía entonces que la degradación del trabajo en atención primaria había llegado a un punto que hacía que renunciase a la formación de residentes de Medicina de Familia y Comunitaria.

Quede claro aquí que la profesión de médico de familia es magnífica si tu idea del ejercicio profesional incluye una relación cercana, profunda y duradera con tus pacientes. Llevo 25 años en la misma consulta (tanto como espacio físico como con las mismas personas) y sigo pasándolo bien.

Eso no me impide ver el rápido deterioro de la primaria de Madrid. Caminamos a toda velocidad hacia el denostado «ambulatorio». He tenido residentes durante más de 30 años. Todos trabajando en atención primaria menos las últimas 4: una es ya una General Practitioner con todas las de ley en Londres y las otras tres se han ido a urgencias. Lo veo con frustración, pero lo entiendo. La profesión es muy bonita y el trabajo cada vez es más feo. No sé si somos conscientes de que, más que dejar nosotros  a los residentes, nos dejan  los residentes a nosotros. Se puede ver en redes sociales.

Unos ejemplos dignos de ser escuchados

Formamos residentes para que se vayan en un porcentaje alto… a donde sea

El año pasado llegamos a ser más de 200 los tutores que renunciaron a tener residente. Un grupo de 7, uno por dirección asistencial, fuimos convocados a reuniones en las que se nos prometieron unas mejoras, la verdad, muy pequeñas, pero que valieron para que se concediera el beneficio de la duda. Nuestra experiencia con las promesas en Madrid es nefasta, no se cumplen,  pero… nuevamente lo aceptamos porque, en el fondo, no queremos dejar de ser tutores. Se nos aseguraron unas reuniones de seguimiento de los acuerdos que se suspendieron antes del verano y nunca se retomaron. Nos encontramos así, un año después, con el desolador panorama de que prácticamente nada se ha hecho. No solo eso, en temas como la Incapacidad Temporal (IT) hemos retrocedido: se prometió un pilotaje de la IT para extenderla después a todas partes que, por descontado ni se ha pilotado ni nada. Es más, se han refrescado instrucciones de hace 10 años (que nos obligan a hacer todas las bajas) y se ha amenazado con sanciones a quien no lo haga. Otras promesas como la de los informes de dependencia, el acceso a la resonancia, el acceso a receta electrónica de importantes colectivos que aún se manejan «en papel», los programas formativos para tutores… nada. Nada de nada. Otra más para el enorme cajón de las promesas incumplidas. Hemos vuelto a recibir lo mismo con los ínfimos avances conseguidos. El enésimo «parto de los montes«. Un desastre.

Y ¿entonces qué? pues este año, doblemente cargados de razón volveremos a negarnos a incorporar nuevos residentes a la consulta. Ya veremos cuantos somos al final porque el cansancio en Madrid es enorme. La respuesta en los conflictos es siempre despreciativa y gonadal. Ya somos más de 80 los renunciantes. Estamos empezando

Confío en que los residentes actuales y futuros entiendan que esto no es solo por nosotros, es sobre todo por ellos porque puedan encontrar lugares donde desarrollar lo aprendido sin entrar en una “máquina de picar carne”. 

El número de evidencias es enorme: sin primaria fuerte no hay sistema sanitario aceptable.

Vamos camino de volver a los ambulatorios de antes de la reforma: masificación, burocracia y baja estima. Será la destrucción de uno de los pilares de solidaridad y equidad de nuestra sociedad.

Mañana hay una gran manifestación en defensa de la sanidad pública. Allí nos vemos.

José Luis Quintana. Médico de familia

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El justificante

noviembre 27, 2022

Estamos en medio de una huelga indefinida de médicos y pediatras de AP en Madrid. En esta ocasión con un seguimiento nunca visto y con un evidente y unánime sentimiento de no poder más por parte de los profesionales. Cada uno tendremos nuestra visión particular de lo que ha llevado al sistema a este abismo y de cuál es la forma de salir (realmente difícil), pero en algo somos unánimes: Necesitamos TIEMPO para trabajar adecuadamente. ¿Pero TIEMPO para hacer qué?

Porque limitar el número de pacientes que veamos al día es adecuado, claro que sí, pero no para dedicar ese PRECIADO TIEMPO a hacer tareas que no requieren de nuestra participación y para atender cualquier “demanda de salud” de la población.

Hablamos de 28 pacientes, de 30 de 34…y yo sólo pienso. ¿qué más dará el número si seguimos haciendo de servicio de control de asistencia al trabajo y de secretarias de alto standing?

Y es que, muy a nuestro pesar y en detrimento de lo verdaderamente importante, el sistema actual obliga a priorizar la atención del paciente joven y sano que falta uno o dos días al trabajo por un proceso banal, frente al paciente verdaderamente enfermo (falte o no al trabajo).  Las palabras mágicas para ser atendido sin demora en un centro de salud a día de hoy nada tienen que ver con los síntomas, el “código clave” es este: es que no he ido a trabajar y necesito la baja

Este código, no incluido en ninguno de los sistemas de triaje diseñados hasta la fecha, te abre la puerta de la cita aquí y ahora (incluso en contra de la voluntad del paciente), porque las empresas solicitan un papel que alguien pensó que debe hacer un médico de familia que, con su bola de cristal, determina si el paciente ha tenido una cefalea intensa de madrugada que le impidió trabajar, o si tenía diarrea (aunque no la tenga cuando le atiendas) y un largo etc. 

Dicen, además, que, a partir de enero, la IT (incapacidad laboral transitoria) también se hará en el hospital como indica la ley (https://www.semfyc.es/paulino-cubero-foro-atencion-primaria-omc/). Así que los servicios de urgencias (la nueva primaria https://atensionprimaria.wordpress.com/) añadirán este motivo de consulta a su triaje y les harán placa y analítica también…mucho mejor que en AP, dónde va a parar.

¿Tan difícil es entender que esto es un uso torticero del sistema? Miles de médicos certificando a diario y sin demora la “referida” patología leve de personas no enfermas que, sencillamente, se encontraron mal para acudir al trabajo un día puntual (o quizá dos). Hay otras alternativas, sólo es necesario mirar en los países que nos rodean (https://amf-semfyc.com/es/web/articulo/la-legislacion-sobre-incapacidad-temporal)

No podemos llenar las 30 citas (fácilmente accesibles en una app sin filtro alguno) de justificantes, certificados varios, dudas sobre cualquier cosa administrativa (se me ha roto la tarjeta sanitaria, no me llega la cita del especialista del hospital dígame que hago, me quiero cambiar de hospital que me atienda…), etc, o seguiremos teniendo TIEMPO insuficiente para lo verdaderamente importante.

Así que, debemos exigir mayor inversión en AP y TIEMPO, pero no gastemos el dinero en más médicos certificadistas y trabajemos por “ocupar” y utilizar el TIEMPO adecuadamente. Todo mi apoyo a la huelga (https://www.somamfyc.com/comunicaciones/noticias/comunicado-en-torno-a-la-huelga-de-medicos-de-atencion-primaria/)

Marisa Rogero. Médico de familia


Del ambulatorio al centro de salud y viceversa

enero 28, 2022

Desde el día 10 de este mes hasta ahora mismo 152 tutores de Medicina de Familia y Comunitaria de la Comunidad de Madrid hemos renunciado a tener residente en 2022. Continuaremos ayudando a formarse a nuestros residentes ya aceptados pero este año no aceptaremos residentes nuevos.

Nos parece una cuestión de coherencia y honestidad. No deseamos participar en la formación de residentes que habrán de trabajar en unas circunstancias que nos desagradan cada día más.

Cuando hablábamos sobre la reforma de la atención primaria decíamos que era el paso del “modelo tradicional” al nuevo paradigma de la atención primaria. Decíamos que el modelo tradicional estaba masificado, burocratizado y con un personal desmotivado por el tipo de trabajo… Fue el paso del ambulatorio al centro de salud. Sin embrago, ahora regresamos al ambulatorio a toda velocidad: cada vez menos profesionales, cada vez más carga de trabajo administrativo inútil (burocracia) y cada vez más dificultades para encontrarse satisfecho con el trabajo que hacemos. La pandemia no ha hecho más que acelerar el proceso, ha servido de catalizador del deterioro de la base del sistema sanitario que seguramente acabará por arrastrar al resto. Los seguros privados de salud no paran de crecer y las empresas privadas anuncian servicios de atención primaria on-line (que el teléfono es estar cerrados, pero esto no).

No creemos que sea un movimiento en contra de los “pobres residentes”, creemos que es a su favor. Denunciar condiciones laborales inaceptables es desear un futuro mejor para las nuevas generaciones. Los de cierta edad, si mejora, lo disfrutaremos poco. No se trata de “pobres residentes”, se trata de no seguir cantando el sanferminero “pobre de mí”.

No podemos asumir el discurso de “no hay médicos” como si se tratase de un secuestro o una maldición. Hay que ver las causas (también muy bien documentadas) y ponerse a solucionar el problema. Revertir el éxodo de médicos de familia a otras zonas diferentes del sistema donde las condiciones laborales son mejores

No somos capaces de hacer peticiones concretas por varios motivos:

•             No representamos a nadie más que a nosotros mismos. Conocemos a algunos de los 152 tutores, pero a otros no.

•             No pedimos nada para tutores ni para centros docentes. Pedimos para todos los centros de salud de la Comunidad de Madrid. Pedimos que se salve de la destrucción a la atención Primaria. No es posible buena formación de primaria sin atención primaria digna.

•             No necesitamos hacer una lista de reivindicaciones. Hay decenas de documentos de sociedades científicas y de opiniones de expertos como para volver a empezar con el presupuesto, la revisión de las plantillas, la desburocratización, la capacidad diagnóstica, el control de la agenda… Eso lo sabe cualquiera que quiera saberlo. No se trata de prometerlo, hemos perdido la cuenta de las promesas incumplidas, si no de ponerlo en marcha

Estamos deseando ser convencidos de que la atención primaria tiene un futuro esperanzador en el que los pacientes sean atendidos con dignidad en que podamos trabajar de forma razonable y teniendo el respeto institucional que merecemos. En ese mismo momento, volveremos a la docencia en la que llevamos tantos años y que tanto nos ha gustado.

La atención primaria bien entendida mejora la salud y la supervivencia de las poblaciones por ella atendidas. Su deterioro debería ser un drama, no para los tutores, no para los médicos de familia sino para todo el sistema sanitario en su conjunto y para los pacientes por ella protegidos

Alicia Díaz, Carmen Pardo, Marisa Rogero y José Luis Quintana. Médicos de familia y tutores de residentes


Problemas de navegación en la sanidad madrileña

mayo 7, 2020

unnamedLa actual pandemia es “la prueba de estrés” más importante que ha sufrido nuestro sistema sanitario al menos en los últimos 100 años. Es, sin duda ninguna, el reto más importante que ha tenido el Servicio Madrileño de Salud en su no demasiado larga historia.

Empecé trabajando en mi centro de salud, El Greco, en Getafe y después estuve en los inicios del hospital de campaña de IFEMA. Pasados unos días volví a trabajar a mi centro.

En este ir y venir pude comprobar unas cuantas cosas:

No hay responsable ni institución que no haya sido desbordada. El gobierno central, el autonómico, el servicio madrileño de salud, sus responsables, sus trabajadores… absolutamente a todos nos pasó por encima una enorme ola que se llevó todo por delante. Cuando lo vimos venir, ya era tarde. Yo también dije a mis pacientes «parece que se trata de una especie de gripe». Probablemente nadie está preparado para una cosa así.

360px-AdrizadoescoradoEl Servicio Madrileño de Salud es un barco gravemente escorado. Seguramente todos los servicios sanitarios autonómicos lo son. Desde hace muchos años en Madrid la carga del barco se ha desplazado a los hospitales. Fuerzas internas y externas han inclinado la nave hasta el extremo de convertir el hospital en la pieza central y a la atención primaria en su  pequeño satélite. El presupuesto, los recursos humanos, la tecnología y el poder (que camina casi siempre de la mano del presupuesto) descansan en los hospitales. Los hospitales tienen una tendencia centrípeta innata que en situación de baja demanda asumen sin problemas, en situaciones de demanda media sufren (listas de espera)  y en situación de pandemia sencillamente se bloquean. No se puede “ingresar Madrid”. Se intentó que todos los enfermos de la COVID-19 cupieran en el hospital. No solo es imposible, si no que no parece lo deseable. En esta lógica intuyo que surge el llamado hospital de campaña de IFEMA. La idea de IFEMA puede criticarse todo lo que queramos pero, en mi opinión, con la lógica imperante y en las circunstancias que se dieron, no se me ocurre otra alternativa.  El hospital gigante, los ingresamos a todos. Mientras tanto la atención primaria no tenía ni siquiera acceso al tratamiento farmacológico que se suponía mejor y arrastra dificultades para usar el oxígeno domiciliario. Tenemos paracetamol, teléfono y esfuerzo. Volví a comprobar con mis propios ojos que si estás en el hospital, todo es accesible y si no lo estás, no. Yo prescribía mientras era “del hospital” hidroxicloroquina sin más limitación que las existencias y si estaba fuera no podía. Claramente en nuestro sistema es el edificio y no la capacitación de sus profesionales lo que da acceso a muchas cosas. El resultado final es elemental: tienes que mandar al paciente al hospital. Con acceso adecuado al oxígeno domiciliario y al tratamiento farmacológico que, con todas las dudas, se recomienda actualmente podríamos haber mantenido en los domicilios a determinados pacientes aliviando así la situación de hospitales y sobre todo de enfermos hacinados en las urgencias. Pero la lógica imperante es otra.  Este no es un proceso mental reciente, lleva décadas. Si se repasan  los periódicos veremos que cuando llega la gripe se refuerzan las urgencias hospitalarias. Recordemos que en un barco escorado todo tiende a irse a la zona más baja aumentando el riesgo de desastre. Hemos repetido los errores italianos con, en teoría, una atención primaria mucho más homogénea, cohesionada y estructurada. La desconfianza y la lógica a la que me he referido hizo que se pudieran tener responsables en IFEMA (llamados “senior”) a  residentes de especialidades sin ninguna relación con el aparato respiratorio tutorizando a residentes de 4º año de medicina de familia y a médicos de familia de décadas de experiencia en infecciones e insuficiencia respiratoria. “Senior“ con un comportamiento intachable, entiéndaseme bien.

No ha habido, en mi opinión, ninguna intención de “desmontar” la atención primaria. Lo que ha habido es el hospitalocentrismo puro y duro, el que vivimos desde hace décadas. La atención primaria no es un muro de contención, nuestro trabajo consiste en atender pacientes en su barrio y en su casa y solo cuando lo necesitan, derivarlos al hospital.

antiburocraciaLa mayoría de los que llegamos a IFEMA en los primeros días lo hicimos por varios motivos: las ganas de colaborar (recibí una llamada para solicitar mi presencia), una experiencia nueva, recordar los tiempos de “pasar planta” y sobre todo huir, como fuera, de la viscosa e insufrible burocracia de la consulta del médico de familia. Es increíble que una demanda tan mayoritaria de los médicos de familia sea ignorada un año tras otro. Nadie niega que un paciente para tener una baja por enfermedad tenga que ser valorado por un médico. Todo lo demás es cuestionable. No debemos dejar pasar ni un día en cuanto nos llegue la calma para negarnos a seguir este camino. La impresentable receta de papel de MUFACE, ISFAS MUGEJU (mutualidades de funcionarios) también se bloqueó. Llevan  25 años de retraso en el acceso a la receta electrónica y algún lustro avisados del problema burocrático que suponen. La respuesta es la más absoluta indiferencia. No puedo reflejar todo lo que hace que, en plena epidemia, un médico de familia pueda dedicar un 20 ó 30% a tareas de ningún valor clínico mientras el sistema de salud se colapsa. Es imprescindible abordar de una vez este asunto. Lo último ha sido que los mayores de 60 años, embarazadas y enfermos crónicos tienen derecho a no ir a trabajar. Esto es decisión del gobierno del Estado. En mi opinión, es otro error llevar esto a “la baja”. Debería haberse tramitado por un proceso análogo al descanso de las embarazadas tras el parto. No deben trabajar, no están enfermos, no necesitan baja. No es enfermedad, es un derecho que tienen concedido. No hay ninguna preocupación por la carga de trámites administrativos en los centros de salud.

Volví a mi centro en cuanto pude porque era consciente del sufrimiento de mis compañeros. La mejora en la indumentaria en IFEMA (los primeros equipos de protección que usábamos eran terriblemente cerrados y limitantes y debían hacerse turnos de 4 horas) y la clarificación de la organización del trabajo hicieron que el trabajo se cubriese con menos profesionales y que pudiera volver. Lo hice encantado. Llevo 23 años en la misma consulta.  Los que trabajamos en los centros de salud sabemos que nuestros pacientes estarían peor, más solos y sanitariamente más abandonados si no fuera por nosotros. Ese es el compromiso de la atención primaria. Eso en muchas partes se desconoce porque no se ha vivido ni visto. No salimos en los medios de comunicación ni se sabe el sufrimiento de los equipos de atención primaria. Mi centro ha hecho un enorme esfuerzo para trabajar con menos de la mitad de la plantilla con el compromiso firme de su director y de todo el equipo de mantener el centro abierto. La atención primaria de Madrid no tiene datos en la prensa. No obstante, si se quiere saber quienes son los peones del ajedrez sanitario, solo hay que ver el recuento de médicos fallecidos en nuestro país. Se habrán atendido  telefónica y presencialmente miles y miles de pacientes. Se han diagnosticado miles y miles de formas leves de presentación de la COVID-19, se han mantenido en casa sin más fármaco que el paracetamol (insistir aquí que no tenemos acceso al tratamiento que figura en la mayor parte de los protocolos) a miles y miles de pacientes, se han hecho montañas de avisos (hay mucho que agradecer a taxistas y conductores de VTC que nos han llevado a los domicilios) para llegar a los inmovilizados en casa y se ha intentado separar a los más graves para derivarlos al hospital, Todo esto, a veces, con plantillas que llevan reducidas años y que esta situación les ha llevado al extremo. Sinceramente creo que si se nos hubiera liberado de la tarea burocrática y se nos hubiera dado acceso, al menos, a los recursos terapéuticos podríamos haber sido mejores y más eficaces.Tras años de perder competencias nos hemos visto con las ampollas de midazolam y morfina en la mano para ayudar a pacientes en situación terminal. Las unidades específicas para este tipo de pacientes también se han desbordado. Debemos recordar todos que cuando los médicos de familia perdemos competencias, pierde el servicio a la población y sobre todo la población más vulnerable y necesitada. Somos nosotros la medicina de los barrios, las familias y los hogares.

También han pasado cosas que entiendo como positivas para el futuro. Las unidades administrativas pueden preguntar a un paciente cuál es su necesidad y organizar los  flujos de atención. La enfermería de atención primaria tiene enormes capacidades para tener un papel distinto y mejor del que tiene. Falta que todos veamos el camino y nadie lo obstaculice, porque es posible y necesario. La medicina “no presencial” da para mucho y seguramente debe tener una función capital en el futuro.  Ahora, que hemos tenido que remover toda la organización, es el momento perfecto para resetear una atención primaria que conserve los valores esenciales, que recordemos que han acreditado sobradamente su impacto en la mejora de la salud de individuos y poblaciones y se libere del trabajo superfluo, sin valor en términos de salud.

Ahora se habla de reforzar la atención primaria. Tenemos una ocasión estupenda para saber a qué se refieren nuestros responsables. No estoy nada optimista con esto a tenor de donde venimos y por donde transitamos. La tendencia será seguir nuestro papel subordinado, nuestro presupuesto limado hasta el último céntimo y que se siga pensando que el corazón de la salud descansa  sobre todo en los hospitales. Se crearán las unidades hospitalarias de COVID-19 y de nuevo la plantilla y los recursos marcharán al hospital. Si nosotros y nuestros responsables no aprendemos a decir “esto no, de ninguna manera” cuando algo sea nocivo y no ceder en nuestras reivindicaciones (algunas con décadas de retraso) no iremos a ningún lugar y en la próxima “prueba de estrés” volveremos a comprobar que es imposible que los hospitales puedan con todo.

Hay que recordar aquí, volviendo a los ejemplos de navegación, que una barca en la que casi toda la fuerza se hace sobre un solo remo no avanza, navega en círculo.  Nada de esto es una crítica a nuestros compañeros del hospital que han hecho un esfuerzo y un sacrificio enormes para absorber la pandemia de la mejor forma posible. Estoy hablando de una sanidad que camina cojeando.

Corremos el riego de que pase como decía el maestro Joan Manuel Serrat cuando terminó en su calle la “Fiesta

Y con la resaca a cuestas

vuelve el pobre a su pobreza,

vuelve el rico a su riqueza

y el señor cura a sus misas….

En una parte, de nosotros depende. Ya no tenemos nada que demostrar, lo hemos hecho. Nos toca reclamar lo que merecemos.

 

José Luis Quintana.  Médico de familia… en cualquier parte.


COMUNICADO DEL GRUPO ANTIBUROCRACIA DE MADRID ANTE LA INMINENTE ENTRADA EN VIGOR DE LA NUEVA NORMATIVA SOBRE INCAPACIDAD TEMPORAL

noviembre 10, 2015

antiburocracia

El próximo día 1 de diciembre entra en vigor la nueva normativa sobre incapacidad temporal (IT). Esta normativa se recoge en el “Real Decreto (RD) 625/2014, de 18 de julio, por el que se regulan determinados aspectos de la gestión y control de los procesos por incapacidad temporal en los primeros trescientos sesenta y cinco días de su duración”.

El Grupo AntiBurocracia de Madrid (GAB) desea manifestar su opinión completamente contraria a la nueva normativa por los siguientes motivos:

  1. Se ha perdido una oportunidad más para convertir la IT en la consulta en un documento clínico y no meramente administrativo.
  2. Como ya es costumbre, nuestros responsables políticos han vuelto a desoír a los que trabajan con los pacientes y los que llevan a cabo los documentos de IT: los médicos. No han servido de nada las propuestas, quejas y sugerencias de sociedades científicas o del Foro de Médicos de Atención Primaria.
  3. El RD 625/2014, en su artículo 2, dice: “La declaración de la baja médica, en los procesos de incapacidad temporal, cualquiera que sea la contingencia determinante, se formulará en el correspondiente parte médico de baja expedido por el médico del servicio público de salud que haya efectuado el reconocimiento del trabajador afectado”. Quedan 21 días para su entrada en vigor y no se han dictado las preceptivas instrucciones para que se cumpla la norma. ¿Cómo se emitirán los correspondientes documentos a los pacientes ingresados? ¿Y a los pacientes en los servicios de urgencias? El redactado no deja dudas, pero sin embargo nada se ha hecho.
  4. Los pacientes ya no han de recoger un parte a la semana pero, a cambio de eso, los médicos habrán de hacer múltiples informes (hasta 9 en un año de IT). Nada se ha previsto para que la información fluya de forma que no sea el paciente el encargado de trasegarla.
  5. Los partes semanales son una penitencia para los pacientes. Un paciente con una enfermedad grave puede tener que ir más de 50 veces al médico en un año, solo para recoger un documento exactamente igual al anterior y al siguiente. Sin embargo, no somos capaces de imaginar el interés de los múltiples informes; en la actualidad, los servicios de inspección tienen acceso a la historia clínica electrónica, donde está la información disponible completa, por lo que carece de sentido generar nuevos documentos. Se intuye desconfianza en el trabajo de los médicos que pensamos que es absurda.

La normativa actual y la futura sobre IT es un despropósito. No se ha avanzado nada en este terreno desde la época preconstitucional. Hay modelos, en países de nuestro entorno, que funcionan y no son un monumento al papeleo. La normativa no tiene un enfoque clínico, sino meramente administrativo. No se ha querido oír a quienes trabajan con los pacientes, es decir, de nuevo, a los médicos.

El diccionario de la Real Academia Española define burocracia, en su cuarta acepción, como “administración ineficiente a causa del papeleo, la rigidez y las formalidades superfluas”. El RD 624/2014 no hace más que abundar en este sentido y engrosar nuestra interiorizada tendencia a la burocracia.

Como no puede ser de otra forma, el GAB rechaza el RD 625/2014 y se reserva el derecho a promover un conflicto en aras de preservar una práctica clínica a favor del paciente, del consumo eficiente de los recursos sanitarios y de la eliminación de actos meramente burocráticos.

Grupo Antiburocracia  Madrid

En Madrid, a 10  noviembre  2015


De los polvos y los lodos

febrero 14, 2015

Polvos y lodos

En Madrid, se ha sancionado de empleo y sueldo a dos compañeros por irregularidades en la gestión de prescripciones e incapacidad temporal. Son irregularidades bienintencionadas que descansan sobre la tradición de los médicos de familia de solucionar problemas a sus pacientes a veces bordeando la legislación.

Tuve la suerte de ver nacer, crecer y descansar el Grupo AntiBurocracia de Madrid. En ese tiempo se consiguieron cosas muy razonables (la primera receta en consultas y al alta del hospital, la reducción del número de informes…) pero otras quedaron sin resolver. Hay tres particularmente preocupantes:

– La prescripción de medicamentos en urgencias.

– La Incapacidad Temporal

– La situación de las residencias de ancianos

Por no pecar de pesado aquí tenéis un resumen. Hace casi cuatro años de esto. Ahí ya quedaba contado que lo de las recetas y la IT traería cola. El resumen lo tenéis aquí hecho por Rafa Bravo

Os dejo aquí la reacción, más que razonable, de sus compañeros. Promueven el cumplimiento estricto de las reglas fijadas por la consejería

Si no se enmienda la normativa de forma que, al menos, se pueda cumplir, volverán los problemas por su incumplimiento. Si se cumple la normativa tal cual está redactada se perjudicará a los pacientes.

Ahora les toca a los responsables de gobernar nuestra sanidad.

José Luis Quintana, médico de familia


La otra brecha digital

diciembre 3, 2013

Según la wikipedia Eurostat defina la brecha digital como la «distinción entre aquellos que tienen acceso a Internet y pueden hacer uso de los nuevos servicios ofrecidos por la World Wide Web, y aquellos que están excluidos de estos servicios».

La Comunidad de Madrid llegó pronto a la receta informatizada pero llega con años de retraso a la receta electrónica… llegamos de los últimos. A Getafe, donde trabajo, no ha llegado aún pero parece inminente su implantación.

En esta situación, en pleno siglo XXI, tanto el Instituto Social de las Fuerzas Armadas (ISFAS), como la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (MUFACE)  siguen utilizando recetas que han de rellenarse «a mano» y de una en una. Se trata de un anacronismo y, en mi opinión, de una falta de consideración de ambos organismos oficiales hacia sus afiliados y hacia nosotros,  sus dóciles amanuenses.

Muface

Instituto Social de las Fuerzas Armadas   Sede Electrónica   Ayuda por trámite

He escrito correos electrónicos, he solicitado información, me he quejado allá donde me han dejado…. Nada de nada.  Los pacientes tienen que seguir solicitando sus talonarios que traen a la consulta para que se los rellenemos con sus medicamentos.

No se si da para llamarlo brecha digital, pero que el servicio a determinados colectivos y en este aspecto, casi no ha cambiado desde hace casi 30 años es cierto. Para la población general ha cambiado bastante. Seguiremos esperando.

José Luis Quintana, médico de familia.


Hace un año

septiembre 12, 2012

La economía ha eliminado del debate casi cualquier otra cosa. Cualquier cosa buena para  la economía del país, la damos por buena, cualquier cosa que la perjudique, es mala y cualquier cosa que no le afecte, carece de interés. Así, el debate ético se simplifica y se abrevia.

He escrito y hablado muchas veces sobre la intolerable carga burocrática que soportan los centros de atención primaria de la Comunidad de Madrid (seguramente los de toda España, sin excepción). Mejorar la calidad del trabajo de los centros de salud no bajará la prima de riesgo, no creará empleo, no afectará a la banca ni a las empresas… solo conseguirá mejorar las consultas de atención primaria, para los pacientes, a los que simplificará los trámites y permitirá más tiempo por cada consulta y a los médicos, a los que permitirán rcionalizar el tiempo y mejorar la estima por su trabajo. Pero también es cierto, que mejorar la organización y reducir la burocracia tiene un coste cero o cantidades ridículamente pequeñas. Incluso podría ahorrar dinero (lamentablemente, no tanto como para que se le preste atención).

Por ejemplo, si ISFAS deja de hacer recetas decimonónicas y se da cuenta de que en España las recetas son, al menos, informáticas, cuando no electrónicas y, por lo tanto, que lo único que hay que hacer es que el programa le asigne el código del pago que les corresponde… se ahorran todos los talonarios de ISFAS y los trámites para conseguirlo…. no será mucho, pero se le puede dar un capricho a la cabra de la legión 😉 . Y además, los pacientes de ISFAS pueden beneficiarse de los circuitos de recetas de crónicos. Para remate, no saco el sello de caucho al que tanto quiero. En fin, solo ventajas y sin coste.

Como este ejemplo, tengo más. Entre todos, seguro que juntamos muchísimos.

En la comparecencia de nuestro consejero ante la Comisión de Sanidad de la Asamblea de Madrid de 20 de septiembre de 2011 anunció un plan para reducir la burocracia en atención primaria.

La receta electrónica, ni está, ni se le espera, pero otro montón de cosas que podrían hacerse tampoco. Comprendo perfectamente las apreturas de dinero, no tengo más que ver las nóminas, pero a lo mejor, es el momento de las «pequeñas cosas».

José Luis Quintana, médico de familia


Más autovisado

septiembre 3, 2012

El autovisado es, en sí mismo, una estupidez. Consiste en que un profesional firma una receta y después vuelve a firmar para dar fe de que lo primero es cierto y ajustado a norma. Esto, se lo explica uno a un médico de un país civilizado y corre el riesgo de que se haga daño del ataque de risa. Se puso en marcha, en su momento, para obviar algunas dificultades legales con algunos fármacos y con alguna otra prestación (pañales de incontinencia) mientras se le encontraba una solución legal, mientras se modificaba la norma. Como siempre pasa en esta país, se había hecho una chapuza, pero como el problema se resolvió… nadie ha vuelto a echar cuentas.

Cuando vi lo de las excepciones terapéuticas con los fármacos desfinanciados a partir de hoy (la mayoría son guarrerías de venta en farmacias, pero hay fármacos) me temí por donde iban a ir los tiros. Confirmado… más autovisados.

El ordenador lo hace solo y entonces, la estupidez se disimula.

No es el único caso… poco a poco se han ido colando en los nuevos anticoagulantes y en alguna otra cosa.

Si hemos sido capaces de resolver, de casi 17 formas distintas, la atención a emigrantes «sin papeles», que tiene mucho mérito, a pesar de que algunos les pudiera dar risa si no fuese por la enorme gravedad del tema… ¿no seremos capaces un día… de dedicarle un rato a los cupones de descuento de las farmacias (comúnmente llamados recetas), para poner  un poco de sentido común? Seguro que hay descreídos que afirman que no. La verdad es que la historia les da la razón, pero no hay que perder la esperanza.

El visado, si existe, tendrá que ser de otra instancia y si no, debe ser suprimido para evitar el ridículo más completo.

Firmado:  José Luis Quintana

Autofirmado: José Luis Quintana


Día de rumores

mayo 14, 2012

Hoy comentábamos rumores en el centro:

Hablábamos de lo poco claro que deja el Real Decreto-ley 16/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones algunas cuestiones. Había quien defendía, que la confusión, seguramente, era consecuencia de que el original del decreto debía estar en alemán y que se tradujo al castellano, por las prisas, con el traductor de Google. No cabe otra explicación, nadie va a dudar, a estas alturas, de que tengamos claro qué queremos hacer.

Otra cosa que comentábamos, era que el nuevo copago obligaba a que las recetas fueran todas «informáticas». El ordenador sería el que reflejaría lo que pagaba el usuario, tras cruzar datos del Ministerio de Hacienda y la basa de datos Cibeles de Tarjeta Sanitaria. Tendremos que cruzar los datos y los dedos. En esto se plantean al menos dos problemas:

  • Las recetas de la atención domiciliaria… la verdad son poquitas pero debe quedar resuelto.
  • Las recetas de las consultas, las altas de la planta de los hospitales… aquello que tanto costó conseguir en Madrid. Madrid (es la que conozco bien, habrá más seguro) vive en el «Paleolítico informático» en los hospitales, las recetas se hacen sobre todo «a mano». Estas no son pocas, son muchas y es imprescindible que esté resuelto cuando esto se ponga en marcha, para no fastidiar a pacientes y a los médicos de primaria. No vamos a volver a cargar con la totalidad de la burocracia del sistema. Es indigno e ilegal.

Atenta la compañía.

José Luis Quintana, médico de familia.