Fuego amigo

La semana pasada se han presentado los datos del llamado Contrato Programa 2010. Se ha tenido la buena idea de empezar a medir resultados intermedios. La cartera de servicios medía, sobre todo, proceso y no resultado. Hasta aquí, bien.

Recuerdo una música de cuando casi la tensión se trataba con reserpina, que decía: la mitad de los hipertensos está sin diagnosticar, de ellos la mitad sin tratar, y de los tratados, la mitad mal controlados. Está música se puso en todos los congresos médicos y se bailó con entusiasmo. De hecho, la partitura original aún se toca en toda reunión de expertos: de esto que yo sé tanto, ni se diagnostica, ni se trata y, cuando se hace, se hace poco y mal.

Resulta que 25 años después… hemos retrocedido… de los diagnosticados de hipertensión, sólo el 35% están controlados…  y bajando. No sé, será verdad, pero… suena muy raro. El dato nos lo da el e-SOAP, que como no te permite encontrar ni a los bien, ni a los mal controlados… no permite comprobar que lo que diga sea verdad… pues no tenemos más remedio que darle razón.

Despues de los calcioantagonistas, de los IECA, de los ARA II… con la pasta que gastamos y estamos como hace más de 20 años… Va a tener razón al final el Dr. Burgueño… no valemos para esto.

En serio, no nos dejen indefensos ante el oráculo de Sollube. Si los datos chirrían, necesitamos estar seguros de que son verdad. El sistema de información es el corazón de la empresa.

¡Cuerpo a tierra, que vienen los nuestros!

José Luis Quintana, médico de familia

2 Responses to Fuego amigo

  1. […] This post was mentioned on Twitter by ATensión Primaria, Clara Benedicto. Clara Benedicto said: RT @ATPrimaria: Fuego amigo http://bit.ly/hbk1GB […]

  2. Fidel Codex dice:

    Ver:
    http://pemechesjuspi.blogspot.com/2011/02/historia-clinica-electronica-medias-y.html
    En dos palabras, o se informatiza la atención clínica de verdad (y eso es muy caro) y contando con los profesionales, o mejor seguir atendiendo como se ha hecho siempre. Las medias tintas siempre conducen a empeorar la situación, porque alargan los tiempos de ejecución por acto médico, y aumentan el grado de insatisfacción de los profesionales.
    Por no hablar de los errores que se asumen: «lo que está en el ordenador es cierto» y «si no está no existe». Cuando he descubierto que ciertas pruebas no corresponden a un paciente(una mamografía de un varón, una urografía intravenosa en vez de una radigrafia de tórax..) es francamente difícil demostrar que no son suyas dichas pruebas. Vamos, una odisea, no vale con que digas que no es así.

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