¿Debemos denunciar las agresiones verbales?

noviembre 6, 2016
Imagen de la campaña de Denuncia de las agresiones verbales

Imagen de la campaña de Denuncia de las agresiones verbales

Retomamos este blog que había quedado algo oxidado, para dar publicidad a un artículo publicado por nuestra colega Reyes Hernández Guillén (Pediatra de Atención Primaria (AP), Delegada Junta Personal DAO, AMYTS), que nos habla de SALUD LABORAL. ¿Debemos denunciar las agresiones verbales? – Amyts http://bit.ly/2fQRt2D

Un buen comienzo para reflexionar acerca del maltrato que sufrimos los profesionales, en este caso por personas a las que queremos atender y ayudar, pero, muchas ocasiones, lamentablemente, también por aquellos que tendrían que cuidarnos, como nuestros jefes o jefecillos. A lo mejor, a partir de ahora comenzamos a darnos cuentas de que no podemos seguir dejando que nos maltraten los que más nos deberían cuidar. No digo más… por ahora…

Juan Bravo Acuña
Pediatra


Fuego valyrio

abril 25, 2013

El fuego valyrio es una sustancia ficticia que aparece en la saga Canción de Hielo y Fuego y en su correspondiente serie televisiva Juego de Tronos. Según el libro y la serie, el fuego valyrio tiene unas características muy especiales: es un líquido pastoso verde y altamente inflamable. Un simple golpe es capaz de encenderlo y una vez que esto ha sucedido no hay forma de apagarlo, ni el agua lo consigue, solo se puede esperar a que se consuma. Es más, se infiltra en la ropa en la madera e incluso en el acero y los hace arder. En grandes cantidades, es explosivo. En el libro, el fuego valyrio destruye una flota que asediaba una ciudad casi indefensa.

Fuego valyrio

Esta semana se ha constituido la Mesa de Atención Primaria del Ilustre Colegio de Médicos de la Comunidad de Madrid (ICOMEM). Estuvimos los miembros votados por nuestros compañeros, parte de la junta directiva del ICOMEM y el Director General de Atención Primaria.

Al termino de la reunión, medio en broma, hablamos de  que el fuego valyrio infiltra la sanidad de Madrid y, desde luego, la atención primaria. La frustración y la rabia se han instalado en las reuniones y comisiones. El fuego se ha encendido y no hay forma de extinguirlo, lo ha invadido todo.

Dos ideas se abren paso en sanidad:

  • Los responsables de la sanidad podían tomar decisiones erróneas pero trabajaban por el bien de la sanidad pública. La sospecha, cuando no la certeza, de intereses «poco nobles» ha calado hasta los huesos de nuestra empresa.
  • La opinión de los demás, aún siendo casi unánime, no es tenida en cuenta por los gestores. La opinión de un colectivo de un alto nivel formativo y con una gran experiencia no es oída cuando no despreciada. Sabemos que no importamos.

A esto añadamos que en primaria  llueve sobre mojado: en la anterior legislatura todas las organizaciones se opusieron a la creación del «área única sanitaria«. Nada alteró los planes de la consejería. No era una «ocurrencia», era abrir la puerta a lo que esta sucediendo. La resultante es que la atención primaria lleva con una estructura interina desde hace 3 años que hace aguas por todas partes como ya hemos dijimos aquí.

El daño que tiene la organización es enorme, tardará mucho tiempo y esfuerzo el recuperarlo. Mucho me temo que es imposible que los pirómanos actúen de bomberos.

José Luis Quintana., médico de familia


Todos a una en el conflicto sanitario en Madrid

noviembre 14, 2012

Las organizaciones de médicos de Madrid rechazan el denominado Plan de Garantías de Sostenibilidad del Sistema Sanitario Público de la Comunidad de Madrid

  • Las medidas anunciadas carecen de una evaluación solvente, de carácter estratégico, y ponen en peligro la calidad de la atención a los ciudadanos y las expectativas profesionales del conjunto de las profesiones sanitarias
  • Se rechaza la privatización del 10% de los centros de salud, la privatización de seis hospitales en gestión mixta y la reconversión de otros tres hospitales

Madrid, 13 de noviembre de 2012.- Las organizaciones profesionales abajo firmantes, en representación de los médicos del Servicio Madrileño de Salud, manifestamos nuestro rechazo al denominado Plan de Garantías de sostenibilidad del Sistema Sanitario Público de la Comunidad de Madrid.

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Somos conscientes de la grave situación económica en la que nos encontramos, pero no podemos permitir que las medidas correctoras anunciadas, tomadas  de forma arbitraria, sin una evaluación económica y sin atender a ningún tipo de consideración estratégica, pongan en peligro la equidad del sistema sanitario, la calidad de la atención a todos los ciudadanos y las expectativas profesionales y laborales de miles de trabajadores que se verán abocados a la inestabilidad laboral y al desempleo.

Tenemos un modelo de atención sanitaria eficiente, barato, de calidad reconocida internacionalmente, valorado muy positivamente por los usuarios, con unos profesionales implicados y garante de la igualdad en el acceso a la salud, que ha de ser preservado y mejorado, pero nunca puesto en peligro.

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Defendemos la mejora de la gestión en atención primaria, hospitales y SUMMA 112 favoreciendo la descentralización en la toma de decisiones y la racionalización del gasto, con los profesionales como protagonistas, pero manteniendo siempre el carácter público, universal y gratuito de nuestro sistema sanitario.

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Por estos motivos rechazamos la propuesta de privatización del 10 por ciento de los centros de salud, anunciada por la Consejería de Sanidad cuando todavía no se han completado, y mucho menos evaluado, los cambios derivados de la creación del Área Única de Salud.

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Manifestamos también nuestra oposición a la iniciativa de entregar a la gestión privada la atención sanitaria en algunos hospitales o reconvertirlos en centros sanitarios de otro tipo, por entender que se realiza con improvisación, sin prueba alguna de que tales medidas supongan una mejora en la prestación sanitaria o una optimización de los recursos, e implica un cambio radical y profundo del Sistema Sanitario Público actual, abandonando un modelo de sanidad sostenible y satisfactoria para los ciudadanos. Cuatro años después de la puesta en marcha de los nuevos hospitales, y obviando el derroche de esfuerzo e ilusión de cada uno de sus trabajadores, se ponen a la venta con unos criterios puramente economicistas.

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Creemos además que en esta nueva estructura no se han tenido en cuenta sus repercusiones en aspectos ligados con la formación e investigación y consideramos, además, que las medidas adoptadas repercutirán negativamente a corto y medio plazo en el sistema de formación de estudiantes y residentes por las consecuencias que tendrán sobre las plazas MIR ofertadas en
la Comunidad de Madrid, así como las posibilidades laborales al final de este período formativo.
Mantenemos nuestra disposición al diálogo con las autoridades sanitarias, con la lealtad que siempre hemos demostrado, una vez retiradas estas medidas. Promoveremos aquellos cambios estratégicos que, basados en la coherencia, el conocimiento, la profesionalidad, la seriedad y el compromiso, aseguren la sostenibilidad del sistema sanitario. La única garantía para ello es que se dejen de improvisar medidas, de copiar modelos ajenos y se confíe de verdad en los conocimientos de los profesionales sanitarios.

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Organizaciones adheridas a este manifiesto:

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– Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem).
– Sociedad Madrileña de Médicos de Familia y Comunitaria (Somamfyc).
– Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG – Madrid).
– Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts).
– Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (Afem).
– Sindicato de Médicos y Facultativos de Madrid (SIME) dentro de CSIT-UP.
– Sociedad de Pediatría de Madrid y Castilla-La Mancha.
– Asociación Madrileña de Pediatría de Atención Primaria (AMPap).


A por uvas

noviembre 9, 2012

El Colegio de Médicos de Madrid, preocupado por las medidas propuestas por el gobierno de la Comunidad de Madrid ha sacado una nota.

La nota es así de tajante en lo que se refiere a hospitales…

El Icomem, una corporación de derecho público centenaria que representa a cerca de 40.000 colegiados, se opone rotundamente a la transformación de los hospitales de La Princesa y el Carlos III porque va a suponer una reducción de la calidad asistencial a la población asistida, no se ha contado con los profesionales de los centros para esa transformación y no se ha previsto qué va a ocurrir con las unidades de referencia de dichos hospitales.

También es contrario a la externalización de la gestión del personal sanitario de los hospitales públicos, en tanto que, tal como se ha planteado, puede acarrear un deterioro en la calidad asistencial al producir una reducción de plantillas y una reordenación de los recursos humanos que va a suponer un despido encubierto de un gran número de médicos interinos y eventuales, así como una importante pérdida de potencial docente y de formación continuada.

Y así de poco clara para los centros de salud

En cuanto a las medidas que afectan directamente a la Atención Primaria, con respecto a la concesión de la prestación de la asistencia sanitaria de un 10 por ciento de los centros de salud dando prioridad a los profesionales sanitarios que quieran constituir sociedades, el Colegio de Médicos de Madrid apoya la autogestión de centros de salud, ahora bien desde el actual modelo de Área única, desarrollándolo y contando con los profesionales. Cualquier otro modelo de autogestión precisa de un desarrollo normativo previo y de tiempo suficiente para ser implantado.

Agradeceríamos el mismo tono, contundencia y claridad para oponerse a ambas cosas. La autogestión es una cosa, las entidades de base asociativa (EBA), otra.

José Luis Quintana, médico de familia.


«Libreelígeme»

octubre 22, 2012

Imagen del cartel de la película Choose me

Ya he leído en varios periódicos una noticia acerca de la LIBRE ELECCIÓN de profesionales sanitarios por parte de la población, que debe estar basada en una nota de prensa de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. No sé si la nota es demasiado complicada para entenderse o, lo que es peor, está redactada de manera tendenciosa a propósito para que parezca un éxito sin serlo.
Me explico:
En el titular puede leerse: 1.2000.000 madrileños cambian de médico, algo que para la Consejería y su proyecto de LIBRE ELECCIÓN sería estupendo, aunque significara que, más o menos, 1 de 5 madrileños no estaba contento con su médico 😦
En realidad, los datos son otros: algo menos de 600.000 personas han cambiado de profesional en Atención Primaria (AP), ya sea médico, enfermera o pediatra. Los cambios suman 1.003.169 en AP y es de suponer que el resto, hasta el 1.200.000, se han producido en Atención Especializada (AE).

De los cambios de profesional en AP, 3 de cada 4 han sido en el propio centro, o sea, algo que ya se podía hacer o, como decía mi abuela, «Para este viaje no se necesitaban alforjas».

Curiosamente, la noticia aparece con el titular correcto en el portal SaludMadrid de la Consejería :
Más de 1.200.000 madrileños han optado por otro profesional sanitario o por otro hospital – madrid.org – PortalSalud

Juan Bravo, pediatra, Centro de Salud El Greco


Caesar caesaris, deus dei

agosto 20, 2012

Recibo, por correo electrónico, una nota, que proviene de los sindicatos,  en la que nos informan de los descuentos por incapacidad temporal, que se aplicarán a los empleados públicos a partir del 1 de septiembre.

Dado que me manifesté públicamente en contra la los planteamientos iniciales, he de decir ahora, que este planteamiento va en una dirección más razonable. Salvaguarda casi todos los derechos de los verdaderamente enfermos.

A Dios lo que es de Dios y a César lo que es de César.

José Luis Quintana, médico de familia.

 

P.D.: Insisto en la necesidad de perseguir «por tierra, mar y aire» a los defraudadores que llevan más de un mes de baja y que ya no pierden salario… de eso hablaremos otro día.


Arrieritos somos

diciembre 30, 2011

Definitivamente se ha abierto la veda del empleado público (mal llamados funcionarios)… Que si tenemos trabajo fijo (por oposición), que si trabajamos poco, que faltamos mucho al trabajo, que si somos unos privilegiados, que sobramos muchos, que España es imposible que levante cabeza con este número de funcionarios… en fin, lo de todos los días.

En lo personal, no tengo inconveniente en asumir mi parte de la tarta (dicho sea de paso, que yo no la encargué) y, por lo tanto, asumo que un año se congele y otro se baje mi sueldo -que no quiero comparar con países de nuestro entorno y nivel- que me aumenten las horas que trabajo y que me suban los impuestos. Ya sé, «soy un privilegiado» y lo tengo que llevar con religiosa resignación. Agradecería sinceramente que se esculpiese en piedra mi sacrificio, porque estoy seguro de que, cuando la economía remonte, no me compensarán por esto.

Hoy me ha llegado la reforma de la prestación por incapacidad temporal, que queda así:

  • Del primer al tercer día, ningún tipo de retribución.
  • Del 4º al 20º, el 60% de la base de cotización (más de 1.500 euros inferior al salario real).
  • Del 21º en adelante, el 75% de la base de cotización.

No sé bien echar las cuentas, pero del 4º al 20º cobrarás menos de la mitad del salario y del 21º en adelante, un poco más de la mitad (pido disculpas si hay error). Todo lo demás vale, ESTO ES INTOLERABLE.

Ya lo he dicho, persigan «a sangre y fuego» a los cuentistas, los rentistas y los tramposos. Como todo en esta vida, si se quiere, se puede. Pero, en medio de todo esto, van los enfermos. Los cuentistas, los rentistas y los tramposos podrán elegir entre renunciar a su desvergüenza o perder mucho dinero. Los enfermos, los verdaderamente muy enfermos, están condenados a perder mucho dinero. Los del morro de las algias irán a trabajar (dando así la razón a los que nos critican). El que tenga gripe irá a trabajar con paracetamol, realmente no es gran cosa, aunque no sé si me gustaría saber que mi cirujano cardíaco me opera así. Pero el operado de cáncer de colon o al que le ha dado un ictus le condenan a enormes apuros económicos.

Sinceramente, creo que esta medida va ahorrar mucho dinero, pero a la vez condenando  a los gravemente enfermos y, probablemente, con muchos años de oficio a sus espaldas, a pasarlas canutas. Tiene que haber formas más dignas y menos ruines de perseguir a los sinvergüenzas y de cuadrar las cuentas.

No debe quedar así. Arrieritos somos y en el camino nos encontraremos.

Feliz 2012 y mucha salud.

Documento completo aquí.

José Luis Quintana, médico de familia.


Deberíamos aclararnos

diciembre 23, 2011

Germán es enfermero y tiene una enfermedad inflamatoria intestinal. Le llevan los especialistas de digestivo de un gran hospital de Madrid, en el que trabaja. Le he visto muy pocas veces, casi siempre por papeles:  recetas y la incapacidad temporal (IT) de las que, como buen médico de familia, soy un especialista 😉

En los años que le conozco ha estado de baja cuando se ha hecho una colonoscopia: son tan listos en el gran hospital, que le hacen la colonoscopia, pero no le pueden justificar que ese día no trabaje. Mucha ciencia, mal servicio. Esto ha pasado 2 veces.

También estuvo de baja porque, en la epidemia de estupidez colectiva, que coincidió con la de gripe A, alguien del hospital le diagnosticó de la famosa gripe y le mandaron a su casa encerrado bajo 7 llaves.

Esto, hasta hace unos días, había sido todo.

El día 5 de diciembre -lunes- vino a mi consulta. En la última visita con los digestivos, le habían puesto un tratamiento nuevo y le sentaba regular. Tenía una fiebre intermitente que el día de antes había sido más alta de lo habitual. Tenía guardia y no había ido porque se encontraba mal, el día que vino a consulta, también había tenido fiebre, para la que tomó antitérmicos.

Toda la historia me pareció congruente, le creí. Le tramité la correspondiente IT de domingo y lunes.

A los pocos días, recibí una notificación por la que se anulaba la IT porque, obviamente, yo no le había visto el domingo (ni el paciente había acudido a ningún servicio de urgencias). A pesar de que conté esto por teléfono al correspondiente departamento y, posteriormente, remití un informe en el que lo detallaba, la IT finalmente se ha anulado.

Conozco medio bien la legislación sobre IT y se me ocurren varias cosas:

  • Urge su reforma, es inaplazable. Su aplicación, tal y  como está, lleva a situaciones ridículas.
  • En efecto, no se puede extender un parte de IT si no se ha valorado al paciente. Debería avisarse a los pacientes de que es así, que si no pueden trabajar un festivo, aunque no precisen asistencia, deben acudir a un servicio de urgencias para acreditar su enfermedad (una que, además, le impida el trabajo).
  • Soy más partidario que nadie del control de la IT. La normativa actual favorece el desbarajuste por farragosa y desconectada de la realidad. El médico de familia se encuentra completamente solo ante los problemas con las bajas, en la Comunidad de Madrid un poco más, porque una norma, a todas luces ilegal, nos obliga a firmarlas todas, nos competan o no. No hay más que recordar el conflicto de los controladores. Hay que perseguir y sancionar a los defraudadores (el otro día atendí, accidentalmente, a una paciente que se las había arreglado para llevar casi tres años seguidos de baja, siendo joven y sin grandes problemas de salud) y respetar a los enfermos. No parece razonable agarrarse a la literalidad de la ley para cuestionar a un paciente que no abusa y «armarse de paciencia» con el tramposo.
  • Sé muy bien el problema del absentismo laboral en las empresas públicas, particularmente en la nuestra, pero eso no justifica que se nos aplique un rasero distinto que a los demás ciudadanos. Por tanto, si los trabajadores del Servicio Madrileño de Salud debemos acudir a la urgencia para poder justificar una ausencia laboral en festivo, también lo deberían hacer el resto de los ciudadanos, saturen o no los servicios de urgencias.

Qué país, qué paisaje y qué paisanaje… al parecer lo dijo Unamuno.

Que las navidades nos sean llevaderas.

José Luis Quintana Gómez, médico de familia.


Apostar por primaria

diciembre 14, 2011

He de reconocer, que el tema de los pacientes «terminales», «en situación terminal» o «susceptibles de cuidados paliativos» (se va alargando la expresión cada vez más) me afecta especialmente. De unos años a esta parte, el papel de los médicos de primaria en su seguimiento se diluye, cuando, por formación y situación, somos los mejores para hacerlo. Ya expliqué esto en una entrada anterior.

La Comunidad de Madrid crea PAL 24, un servicio de atención telefónica de 24 horas para pacientes en cuidados paliativos, incrustado en la estructura del SUMMA 112. La verdad, creo que es una buena inicativa, porque en este fragmentado sistema sanitario, estar gravemente enfermo o morir a determinadas horas es un desastre. Seguramente, para los pacientes en situación terminal y sus familias es una gran noticia, porque todo apoyo es poco. Me alegro por ellos, pero como médico de familia me duele.

Mientras que hacemos recetas, vemos catarros y dedicamos el tiempo a cosas muy menores, los que han sido años nuestros pacientes, agonizan en manos de quien nunca les atendió o se tranquilizan por teléfono con alguien al que nunca verán. Es así de simple. Me duele porque es un paso más en el alejamiento del paciente de su médico de media vida. Paliativos del hospital, el ESAD (Equipo de Soporte de Atención Domiciliaria, los de paliativos de fuera del hospital) y PAL 24. Menos mal que nos queda hacerles a todos las recetas…

A cambio de eso, el presupuesto de primaria se reduce y el del 112 crece. La cuenta es sencilla, la Consejería apuesta por hospitales y urgencias y no lo hace por primaria, por eso invierte como invierte.

Lamentablemente, nunca sabremos qué hubiera pasado si ese dinero se hubiese invertido en atención primaria. Una primaria que cubra las 24 horas del día, en la que, si es menester, se pongan guardias y atención telefónica, todas las horas del día para los pacientes terminales y para los que no lo son, con las mismas condiciones laborales y remuneraciones que los que las hacen en hospitales y SUMMA 112.

Eso sí hubiera sido apostar por primaria y traer un nuevo modelo y no el parto de los montes al que asistimos. Eso es creer en primaria, lo demás son brindis al sol.

Todos somos responsables:

– Nuestros gestores, por mirar siempre a otro sitio para invertir, por no haber creído nunca en la atención primaria (¡qué bien lo cuenta mi amigo Sergio!).

– Nosotros, por pusilánimes y por dejarnos «comer la merienda» desde hace tanto tiempo.

Éste no es un «problema madrileño», es de todo el Sistema Nacional de Salud que, como todas las barcas en las que sólo se rema por un costado, gira en círculo.

José Luis Quintana, médico de familia.


Y con palabras

diciembre 3, 2011

Sorprende la última política compulsiva catalana, por la cual la atención primaria se debería hacer cargo de una serie de pacientes de los especialistas, para descargar en breve hasta un 30% del atasco hospitalario. Si son casos que podría y debería atender el médico de familia, ¿por qué no lo ha hecho antes? Si fuera por falta de competencias, difícilmente un improvisado auxilio telefónico o de e-mail del especialista sería suficiente.

Pero la verdad es otra. La atención primaria española, a pesar del gran esfuerzo de sus profesionales, no ha podido superar el papel de actor secundario del sistema sanitario. El hospital y las especialidades han seguido evacuando su entropía hacia este nivel asistencial: retienen la tecnología, el medicamento innovador y los problemas crónicos específicos de cada especialidad; pero derivan la patología múltiple (donde la complejidad y fragilidad del paciente no permite aplicar limpiamente guías clínicas), y los casos «banales» (de menor interés intelectual o tecnológico).

La fascinación tecnológica de la cultura hospitalaria, alimentada por las industrias suministradoras, invade el hospital, contagia a políticos y medios de comunicación, y distorsiona la realidad. Estas innovaciones añaden muy poca ganancia de salud, y son cada vez más caras. Se precisa una medicina más sensata, clemente, compasiva, cordial, respetuosa y dialogada; menos industrial y más integral; menos high-tech (alta tecnología) y más high-touch (alto contacto interpersonal). Esto solo se puede conseguir con la atención primaria. Pero pese a la retórica, los hechos son testarudos: de 2002 a 2009 la atención primaria sigue estancada en un 14% de los gastos, mientras que la especializada ha subido casi cuatro puntos (de 53,3 a 57%).

Hay que cambiar el modelo de asignación para que los centros de salud, como los británicos, tengan capacidad real de influir en los servicios especializados y en los socio-sanitarios, para actuar como verdaderos agentes en beneficio de sus pacientes. Si esto se produjera, los incentivos irían cambiando y la cultura también. Si la primaria expande su competencia para ver más patologías especializadas, los recursos deberían retenerse donde se asumen las cargas de trabajo. Lo que hoy se plantea es un sinsentido al no alinear recursos y esfuerzo; la compulsión nos aparta del verdadero camino de revitalizar la atención primaria: ¿por qué no atrevernos a hacer las reformas que sabemos que hay que hacer?

José R. Repullo es profesor de Planificación y Economía de la Salud de la Escuela Nacional de Sanidad.

No se puede decir mejor.

José Luis Quintana, médico de familia.